febrero 2007
Dom 18 Feb 2007
Hoy definitivamente ha sido el día elegido para ver Ghost Rider, El Motorista Fantasma (2007). Debe ser por las malas críticas que han ido apareciendo en sólo tres días, pero definitivamente no puedo decir que la película realizada por Mark Steven Johnson sea penosa. Eso si, puedo asegurar y prometer que es mala, insulsa, bastante anodina y un producto digno de una tarde de domingo donde no tienes donde caerte muerto. Quizás lo positivo sea reconocer que es simpática por momentos, Nicholas Cage es un chascarrillo de si mismo interpretando a Johnny Blaze, te puedes echar unas risas… ¿pero es realmente esto lo que se busca en una película de un héroe atormentado?
Argumentalmente es la cosa más simple que te puedes imaginar. Si, está basada en un cómic, pero no por ello debe resultar tan chufla como termina siendo. Por alguna extraña razón la película me recordó a viejas partidas de rol, esto es algo personal que entenderán los afectados, y a aquellas maquinas recreativas de mata-mata donde el único objetivo era ir superando niveles de mayor dificultad hasta acabar encontrándote con el malo maloso, que no resultaba ser tanto como uno esperaba. Pues eso, el film que se puede ver en la sala de cine es eso… un pacto con el diablo, un acuerdo de por vida, un ahora te toca trabajar para mi y hacer entrar a mi hijo y sus amigotes diabólicos en razón. Con esto y un bizcocho hasta mañana a las ocho.
El resultado perpetrado por Mark Steven Johnson, como director de actores y guionista, es por momentos indescriptible. Peter Fonda interpreta a Mefistófeles… ¿y? No impone, no trasmite nada significativo que nos haga ver su verdadero poder y maldad. Uno que está más o menos respetable es Wes Bentley, Blackheart, el hijo del diablo, pero se ve rodeado por tres energúmenos, Gressil, Wallow y Abigor, que no pintan nada, sólo sirven para demostrar que el Motorista Fantasma sabe manejar sus poderes. No comprendo el poco juego que han sacado al conjunto de villanos del film, no valen ni para forrar pelotas. Los instantes más alucinantes e intensos, que los hay, los protagoniza casi en exclusiva Eva Mendes. Es inexplicable, pero de muy agradecer, poder ver a ese pedazo de mujer que es con trajes y blusas tres o cuatro tallas más pequeñas de las que realmente necesita… sus escotes son la cosa más explosiva de la película, y no se si lo que realmente pretendieron con este detalle es encender al personal y ponernos como teas en las salas de cine. Completa el reparto Sam Elliot, un tipo que sabe de todo pero que nunca explica la razón de tanto conocimiento… lo mejor de todo es que el simple de Johnny Blaze nunca se plantea el por qué. En fin, algo que si es destacable son los efectos especiales. Interesantes en muchos momentos aunque bastante cantosos en algunas secuencias donde todo es digital. Luego otro detalle divertido es la música de Christopher Young, ese tono western que intenta darle al film es simpático. Fijaros en el tema final de los títulos de crédito, creo que es el mismo que suena en la cabalgada del Motorista Fantasma y el Jinete Fantasma… es, no se, ¿fabuloso?
Pues eso, Ghost Rider, El Motorista Fantasma podría haberse titulado El Fantasma Motorista… puedes verla y ni te enteras que ha pasado. Otro nuevo desastre de la Marvel, supongo que recuperará el dinero invertido pero… ¿será suficiente para justificar una segunda parte?