mayo 2020
Dom 31 May 2020
Principios de los años 80, nadie estaba preparado para lo que iba a pasar. Un director de nacionalidad británico-australiana llamado Brian Trenchard-Smith se embarcaba en la realización de una nueva muy libre adaptación del clásico literario "El juego más peligroso" de Richard Connell, publicado en 1924. Tras otras propuestas de la obra estrenadas con resultado ciertamente maravilloso, El malvado Zaroff (The Most Dangerous Game) de 1932 con Joel McCrea y Fay Wray protagonizando es una de las obras maestras de la RKO y Huida hacia el sol (Run for the Sun) enfrentando a Richard Widmark contra nazis en centro américa, en 1982 llegaba a los cines El imperio de la muerte (Turkey Shoot aka Escape 2000 aka Blood Camp Thatcher), una de esas joyas cinematográficas del cine australiano, film de culto absoluto de obligada visión, culmen de la ozploitation, y adaptación extrema, hardcore y distópica del comentado relato.
Cartel británico de Turkey Shoot, lo que véis es real y brutal
Si bien a día de hoy todo está por lo general muy contado, de hecho la reciente y muy jugosa La caza (The Hunt) es en gran parte otra libre adaptación del relato de Connell, que en aquellos años llegara a cines El imperio de la muerte dejó a más de uno con el culo prieto y la mandíbula desencajada. El film de Trenchard-Smith, director acostumbrado a bregar con presupuestos pírricos y retos mayúsculos, suyas son la también ozploitation Campo de exterminio (Dead End Drive-In), El secreto del lago (The Quest), La noche de los demonios 2 (Night of the Demons 2), Asalto a Firebase Gloria (The Siege of Firebase Gloria) o Los bicivoladores (BMX Bandits)… de todo hay en la viña del Señor, optaba por un camino no esperado donde destacaba de principio a fin la extrema violencia de muchas de sus secuencias, el sadismo que se profesa en la prisión donde se encuentran encerrados los protagonistas, y la combinación de actores de todas partes del mundo: Steve Railsback (protagonista de la fantástica Lifeforce: Fuerza Vital), Olivia Hussey (sueño de mujer en Romeo y Julieta de Zeffirelli o parte de la seminal Black Christmas de Bob Clark), Michael Craig (guionista y actor en por ejemplo La isla misteriosa) o Roger Ward (el calvo Fifi de la obra maestra también australiana Mad Max: salvajes de la autopista).
Otro de los carteles de… Escape 2000, título más genérico pero mítico entre la serie B de los años 80
En El imperio de la muerte nos trasladan a un sádico futuro distópico donde aquellos que no cumplen con el régimen totalitario que todo lo domina acaban encerrados en un campo de concentración, muy orwelliano todo. Esta sociedad fascista, ofrece a ricachones afortunados y corruptos la oportunidad de dar rienda suelta a la mayor de sus perversiones como seres humanos. Bajo el amparo de una total inmunidad e impunidad, estos ricachones VIP participan en un "juego", uno que consiste en una caza mortal de 12 horas de duración en la que indefensos presos son liberados en el páramo que rodea a la prisión para ser acechados y asesinados por estos. Los presos no se pueden negar y prefieren jugársela bajo la esperanza de salir vivos… ilusos. Algo que queda claro y que no se puede negar: la película se la mire por donde se la mire es muy serie B, pero maravillosa, y muy trash, pero embaucadora. El guión escrito por Jon George y Neill D. Hicks, no escatima en brutalidad, sacando a la luz una caterva de personajes que son a cada cual más estrambóticos, al tiempo que juega con muchos de los elementos que poblaban como cliché las películas de género de esas épocas que alcanzaban clasificaciones rotundas: sexo gratuito, violencia y testosterona. La obra juega con cierto tono satírico, lo que hace que no acabe resultando tan salvaje como los films de la saga de Ilsa, si bien de alguna forma hay en El imperio de la muerte reflejos de esas ansias de dominación y perversión que eran lo habitual en las películas dirigida por Don Edmonds y protagonizadas por Dyanne Thorne.
Uno más de los carteles del film, que recuerda a los diseñados para películas brutas como La última casa a la izquierda por ejemplo
Como buena distopia la historia trata de castigar a aquellos que no siguen las reglas. Por ahí vemos campar a disidentes políticos que no hay quien los reeduque, rebeldes en lucha permanente contra este régimen totalitario, o sospechosas de vidas licenciosas como la prostitución… Para ello planta en pantalla a los habituales villanos perversos entre los que destacan los habituales altos cargos del gobierno, depravados aristócratas, sádicos violentos porque sí, etc. Llama la atención entre tanta cochambre humana la presencia de un pseudohombre, un troglodita salido de un circo de freaks con ansias caníbales y vestido con camisa. El imperio de la muerte no da puntada sin hilo y todo en ella destaca por lo exaltado, hiperbólico y paródico que acaba resultando.
En fin, otra de esas obras de culto que deben verse y disfrutarse. Disponible en Filmin para el que le interese, combinando metraje doblado con original. Tras una rodaje repleto de recortes de presupuesto, menos días de rodaje, desacuerdos entre los actores y los productores respecto a ciertas escenas comprometidas, reajustes de guión, etc., fue estrenada en Australia como Turkey Shoot, reestrenada en USA como Escape 2000, y llevada al Reino Unido, censurada, con el título Blood Camp Thatcher… de aquella era Primera Ministra Margaret Thatcher. Lo dicho, una joya que es rememorada junto a otras en el documental Not Quite Hollywood: The Wild, Untold Story of Ozploitation!