diciembre 2021


Número raro este 17 para el cierre del 2021, ¿no? Decir que este año he seguido sacando jugo a mi perfil de LetterBoxd como base del seguimiento de las películas que he ido viendo, clasificando y sobre las que he escrito mini reviews (las haya disfrutado o no). Recopilo por lo tanto ese top que no se queda en 10, porque sería injusto, y cansado, decidir qué quitar de las recomendaciones donde más películas se acumulan… es lo que tiene valorar films con estrellitas.

Fabuloso cartel de La autopsia de Jane Doe
Fabuloso cartel de La autopsia de Jane Doe

Annette de Leos Carax, vista en Filmin. La increíble propuesta del director de la inclasificable Holy Motors o Los amantes del Pont-Neuf (Les amants du Pont-Neuf) es sorprendente. Un encanto cinematográfico que no para de sacar jugo a un genial Adam Driver (este tipo está a otro nivel), y que cuenta ya de paso con un asombroso conjunto de piezas musicales salidas de la mente de Sparks, desconocidos para la gran mayoría, pero responsables de temas presentes en bandas sonoras como las de Kick-Ass, "This Town Ain’t Bug Enough for Both of Us", Noche de miedo (Fright Night), "Armies of the Night", o Black Rain, "Singing in the Shower". Se debe ver si o si, luego ya la valoraréis.

Dune de Denis Villeneuve, vista en el cine. La primera parte de una nueva y muy esperada adaptación de la icónica obra. Villeneuve vuelve a dejar claro que maneja el tempo como nadie, creando una propuesta cinematográfica visualmente abrumadora, fantásticas de principio a fin, y con un reparto de escándalo. Los cortes en la trama, algunos de ellos un pelín anticlimáticos, siguen haciendo pensar que habrá algo por ahí oculto. En fin, de las obligadas de este año, aunque estaba prevista para finales del 2020.

Bo Burnham: Inside de Bo Burnham, vista en Netflix. Otro musical más. De esas que te enteras por Twitter que debes verla, la ves, y descubres oro. Comedia musical ideada por Bo Burnham, dirigida por Bo Burnham, protagonizada en solitario por Bo Burnham, canciones originales de Bo Burnham. Otra sorprendente delicia.

Spider-Man: No Way Home de Jon Watts, vista en el cine. Esto del multiverso puede dar para mucho, pero cuando explotas cerca de 20 años de cine del Hombre Araña pues éxito asegurado. Te ganas el corazoncito de los más veteranos, recuperas grandes villanos de ayer y de hoy, aportas emotividad y completas una película de superhéroes casi perfecta. Nada que ver con las anodinas previas propuestas del año en el MCU, ninguna de ellas será muy recordada… pero Spider-Man: No Way Home, ahí queda como cierre y partida de algo que todos esperábamos.

Última noche en el Soho (Last Night in Soho) de Edgar Wright, vista en el cine. Otra de las delicias de este 2021. Entretenidísimo thriller con tintes de terror, fondo social de muy mal rollo, elaborado reflejo del mejor giallo y neo-giallo (Argento, De Palma o Winding Refn), trama molona plagada de giros interminables, un misterio de esos que te dejan con el culo torcido, y un reparto genial encabezado por la siempre flipante Anna Taylor-Joy. Elaborado juego visual donde cabe de todo, múltiples realidades, temas sobrenaturales y mucha luz de neón.

Sin tiempo para morir (No Time to Die) de Cary Joji Fukunaga, vista en el cine. Punto y final al periplo Daniel Craig por el siempre hipersónico universo de James Bond. Cierre de una era y golpe emocional absoluto para todo fan de las andanzas de 007 que se precie. Si en su día sufrió George Lazenby, ahora el que sufre es el espectador. La espera, eterna, valió la pena.

Tigre blanco (The White Tiger) de Ramin Bahrani, vista en Netflix. Algo similar a lo ocurrido con Bo Burnham: Inside, un día lees sobre ella, la ponen y lo disfrutas. Estas siempre me acaban gustando. Cine de la India a lo Scorsese (con muchos matices claro está), paso de la nada al todo de un pelele dedicado al pastoreo que, por avatares de la vida, acaba siendo chófer de un ricachón, y de ahí a la cumbre porque tiene lo que otros no… cabeza, mala baba y poca dignidad.

Zack Snyder’s Justice League de Zack Snyder, vista en HBO (ahora HBO Max). Pues la necesaria corrección al fiasco pergeñado por Joss Whedon. Completa, violenta, atormentada, oscura y conectada, fiel a todos sus personajes, clara y directa. Excesiva como siempre en manos de Snyder, que no se corta a la hora de hacer lo que le viene en gana… y gracias a dios que le dejaron al final. Primer episodio de lo que habría de ser la gran epopeya de DC en cines, pero que se quedará en esta muestra, sobresaliente, de lo grande que se pueden hacer las cosas.

Titane de Julia Ducournau, vista en el cine. El body horror del año, rara como un perro verde, grotesca de principio a fin, cuanto más la piensas más se te queda grabada. Obsesiones sexuales muy grotescas, transformación corporal, asesinos en serie… un mundo raro el construido por la Ducournau, que ya nos dejó medio atónitos hace unos años con Crudo (Raw).

Mad God de Phil Tippet, vista en SitgesOnline. Gloria del stop motion con varias décadas a sus espaldas. Peculiar de principio a fin, historia rara en un mundo repleto de criaturas gargantuescas, mad doctors ansiosos por hacer autopsias, tormenta de ideas sin sentido. Visualmente única, diferente a todo lo que uno pueda haber disfrutado en pantalla grande, un hito de este arte del efecto especial. Un clásico.

Silent Night de Camille Griffin, vista en SitgesOnline. Estrenada en cines recientemente, la directora británica nos presenta una comedia negra navideña que oculta sin embargo el más siniestro y oscuro de los posibles dramas familiares. Un terror diferente, de esos que ves con una sonrisa hasta que te pegan el zarpazo y te quedas con mal cuerpo. En el reparto rostros conocidos de la Gran Bretaña como Keira Knightley o Matthew Goode, y Roman Griffin Davis, el fabuloso chaval de la triste pero divertida Jojo Rabbit.

El caballero verde (The Green Knight) en David Lowery, vista en Amazon Prime. Una mezcla de carácter episódico donde coinciden diversos estilos como la épica medieval, la picaresca, el terror fantasmal gótico o el erotismo. Pausada, diferente, cómica pero terrorífica, onírica y repleta de imaginación. Otra de las curiosidades de este 2021 que pronto llega a su fin.

Maligno (Malignant) de James Wan, vista en el cine. Gloria pura en esta serie B de terror con uno de los giros más locos jamás imaginados. Inconcebible de principio a fin, con varias set pieces gore dignas de aplauso, loquísima toda ella. Wan volviendo a sus orígenes, creando paranoia a cada momento, pariendo una historia macarra que parece sacada de otra era y donde ocurre todo aquello que no tiene sentido que pase. Lo dicho, disfrute sin complejos.

Candyman de Nia DaCosta, vista en el cine. Inteligente extensión del universo llevado a cine por Bernard Rose hace ya unos cuantos lustros. Candyman es más que una leyenda urbana, tiene un fondo social que merced a Jordan Peele crece, pero no dejando de lado lo siniestro, violento y salvaje del personaje. Notable, entretenida y con un juego de encuadres y espejos bastante molón. La DaCosta sabe lo que se trae entre manos y es de suponer que seguirá creciendo… ahora en Marvel.

El Escuadrón Suicida (The Suicide Squad) de James Gunn, vista en el cine. El blockbuster gamberro del año. Gunn despliega todo lo que su predecesora no supo hacer, se ríe de si misma poniendo sobre la mesa antihéroes mediocres, pero los acompaña por algunos de los rostros más valiosos del film de David Ayer. Film irreverente, extremo y excesivo, gestado en torno a una muy divertida aventura suicida donde la locura se mezcla curiosamente con lo entrañable. Sin dudarlo la mejor forma de contar con personajes que no tenían futuro a bote pronto: King Shark, Peacemaker, Polka-Dot Man, etc… y ese Starro como villano, para morirse.

Despierta la furia (Wrath of Man) de Guy Ritchie, vista en el cine. De lo mejorcito de Ritchie en los últimos años. Jason Statham en estado puro y transformado en un personaje que busca venganza con la particularidad de que dispone de los medios para llevarla a buen puerto. Remake de un film francés titulado Le convoyeur. Cine de acción del bueno, o muy bueno.

Boss Level de Joe Carnahan, vista en Amazon Prime. Otra de las gamberradas del año. Carne de Hulu a principios de año, filtrada en 2020 y por lo tanto mucho antes de verse en streaming, relegada a ser carne de plataforma en España… pero con todo esto, otra serie B de alto nivel con un Frank Grillo enredado en un bucle hiperactivo donde muere todo bicho viviente. La idea no sorprende, pero es tal el nivel de perplejidad que supura que mola. Ah, y Mel Gibson como villano.

Otras muchas hay, se quedan ahí pero igualmente recomendables No mires arriba (Don’t Look Up), el documental Fulci Talks, Polizón (Stowaway), No respires 2 (Don’t Breathe 2), Tiempo (Old), etc.

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La magia del multiverso funciona, y bien que lo saben en Marvel Studios. Las posibilidades son infinitas y cuando tienes casi 20 años de historia a tus espaldas puedes hacer lo que te venga en gana. Spider-Man: No Way Home es un nuevo ejemplo (no el primero) y una descarada delicia, sea ya en lo visual como en el emotivo juego que practica, plagada de villanos icónicos, y de buenos y malos momentos. Es ya de paso un film destinado a un público todavía más extenso si cabe del que podría estar siguiendo las aventuras de Tom Holland como tu amigo y vecino Spider-Man, ya que aquellos que en 2002 flipamos con el film de Sam Raimi estamos hoy de enhorabuena.

Spider-Man: No Way Home, un salto al vacío con tintes de éxito asegurado
Spider-Man: No Way Home, un salto al vacío con pilares de éxito asegurado

A estas alturas de la vida creo que uno ya sabrá todo lo que pasa en Spider-Man: No Way Home, o casi (no seré yo el que os lo cuente). Los trailers han sido generosos mostrando a Alfred Molina de nuevo como el mejor villano visto en cines en el universo Spider-Man, el mítico Doctor Octopus de la inmejorable Spider-Man 2, a Willem Dafoe como el pelele Norman Osborn en manos del manipulador Duende Verde de Spider-Man, a Jamie Foxx como un más normal y menos azul Max Dillon / Electro de The Amazing Spider-Man 2: El poder de Electro, y, aunque menos presentes claramente visibles, a Rhys Ifans como el Dr. Curt Connors / Lagarto de The Amazing Spider-Man, o a Thomas Haden Church como Flint Marko / El hombre de Arena de Spider-Man 3. Todos ellos llegan aderezados con ese J.K. Simmons en el impagable papel de J. Jonah Jameson, presente en los films de Sam Raimi, pero no en los de Marc Webb, y del que nos llevamos una sorpresa al verle al final del anterior film de esta saga en el MCU. Vamos, un multiverso de acción real, el no va más… menos mal que nos lo cuelan con magia.

Todos a una Fuente Ovejuna en Spider-Man: No Way Home
Todos a una Fuente Ovejuna en Spider-Man: No Way Home

Una de las cosas más curiosas que ocurren con este nuevo film es que si bien lo habitual es que el pastiche de personajes que pululan por los films del MCU acaben liando al más pintado, Spider-Man: No Way Home es un claro ejemplo de cuanto más mejor, siempre y cuando ocurra como aquí pasa… todos nos conocemos. La saturación bien llevada, sacando provecho de muchos años de pico y pala, eleva a un film donde hay espacio para buenas dosis de acción, comedia clásica modo Marvel, y donde todo queda bien contrastado con no escasos momentos de reflexión sobre las decisiones tomadas (muchas de ellas malas) y el dolor que siempre ha golpeado la vida del solitario y medio pelele Peter Parker. Además, el juego de reconstrucción ideado por las mentes de los guionistas Chris McKenna y Erik Sommers, el equipo de este triple periplo Spider-Man dentro del MCU, sirve para añadir una muy necesaria vuelta de tuerca donde el espíritu original de Steve Dikto y Stan Lee tenga presencia, dejando ahí aparcadas viejas ideas que, sabe dios, puede que algún día regresen, pero que a toda vista son ya innecesarias si tenemos en cuenta los enlaces que se han construido en esta película.

En fin, Spider-Man: No Way Home es una carta muy bien jugada, una perfecta fusión de 20 años de cine moderno, palomitero y al alcance de todos. Entretenida, emotiva, y abierta (o cerrada) a un futuro más acorde con el superhéroe que lo protagoniza.

El único cartel que mola de Spider-Man: No Way Home
El único cartel que mola de Spider-Man: No Way Home

Publicado por Uruloki en

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