Dom 6 Oct 2019
Netflix ha estrenado este pasado viernes, si bien su premiere se celebró el día antes en el Festival de Sitges, En la hierba alta (In the Tall Grass) de Vincenzo Natali, una nueva adaptación de una obra del maestro del horror Stephen King, y de su hijo Joe Hill en este caso. La verdad, como os flipen estas películas estaréis en la gloria.
Protagonizado por una lista de actores no muy deslumbrante salvo por la presencia del siempre solvente Patrick Wilson, el entuerto es bastante simple, no en vano la obra original es un relato corto que, estirado en modo repetición casi infinita, ha dado como resultado un entretenido film. Poco más. Como punto de partida tenemos a dos hermanos, Becky y Cal, que al borde de un frondoso campo detienen su coche. Una vez parados escuchan la angustiosa llamada de socorro de un niño perdido en el campo (más una recomendación para que no le hagan caso). En fin, cosas de la vida, Becky (Laysla De Oliveira), a punto de parir, y Cal (Avery Whitted), su hermano, deciden adentrarse en el frondoso campo para rescatar al chaval. Pronto verán que no ha sido buena idea entrar sin tener claro cómo salir. El campo se torna en un laberinto sin salida, donde las reglas del espacio se redefinen a cada minuto y donde hay algo ancestral oculto en lo más profundo del campo… y que actúa como imán para no dejarte salir.
Y llegado a este punto Natali comienza a jugar con un bucle infinito donde no hay salida, rizando el rizo, con variopintas y macabras consecuencias. Ojo, el relato corto termina, pero es ahí donde el director italiano, guionista también, exprime el mismo una y otra vez, tratando de complicar la trama hasta el desenlace final. Tono lovecraftiano, paranoia, conectividad discutible, reflejos de Frequency y otras muchas cosas. Curiosa, bien narrada, algo gore y hasta malsana. Para pasar el rato merece la pena adentrase En la hierba alta… ideal para ver en sesión doble con El cortador de césped (The Lawnmower Man).
Cartel final de En la hierba alta de Vincezo Natali