Octubre, probablemente el mes más completo del año. Hay 15 recomendaciones, así que rapidito. Desde la inesperada Joker: Folie à Deux, pasando por la nueva adaptación de Salem’s Lot de Stephen King, el viaje lovecraftiano Oscuridad total, la intrigante Caddo Lake y, como no, el magnum opus que es La Sustancia. Al tema…

La sustancia (The Substance) de Coralie Fargeat. La directora francesa nos traslada a la cruda realidad del olvido artístico, el paso del tiempo, el machismo más superlativo, la superficialidad, el culto al cuerpo y el miedo a envejecer (además de la ciencia ficción más cronenbergiana modo nueva carne). Todo esto salpicado con grotescas dosis de sangriento y salvaje gore y una vivacidad extrema. Una joya de principio a fin, con momentos para el asco más desmedido, así como para el deleite más corporal. La Sustancia es una versión ciclada de Eva al desnudo, El hombre elefante y El ocaso de los dioses adornada con una natural Demi Moore, fabulosa, y Margaret Qualley, igualmente fabulosa pero falsificada. Obra maestra del 2024.

Joker: Folie à Deux de Todd Phillips. Extraña como pocas, desafiante como ninguna. El regreso de Todd Phillips y Joaquin Phoenix para contar el oscuro, triste y agotador destino del sufrido Arthur Peck aka Joker. Hay que reconocer que algunos números musicales son superlativos, otros no tanto, y frente a la abrumadora presencia de un Phoenix que lleva a su Joker a lo grotesco, inquietante y desagradable, una Lady Gaga que va y viene, sin acabar de aterrizar nunca. Una muy sombría aproximación a la soledad, el desapego a la vida y el colapso mental. Funesta.

Cartel de La sustancia
Cartel de La sustancia

Salem’s Lot de Gary Dauberman. ¿Qué se puede decir? Pues que me ha gustado más de lo que los revisores de la obra de Stephen King hacían presagiar, no sé hasta qué punto es fiel a la obra original, pero este lavado de cara cinematográfico del Salem’s Lot de Tobe Hooper es muy entretenido, hiperbólico, sangriento y, por ende, terrorífico. Una película rápida, sin tiempo para recuperar el aliento y donde el vampiro Barlow llega para apoderarse de un pueblo al borde de la extinción (en otros muchos sentidos). Notable.

La casa de los susurros (House of Spoils) de Bridget Savage Cole y Danielle Krudy. Blumhouse ha cogido la receta de "The Bear", y ha intentado plasmar su esencia, que para nada su tono, a la postre un telefilm menor pero con un reparto de caras medianamente conocidas como son las Ariana DeBose, Arian Moayed o Barbie Ferreira. El resultado es decepcionante, no logra abrazar del todo el terror y confía más en lo esotérico a medias. Se han olvidado de la sal, el aceite y la innovación, dejando el conjunto como una ‘churrascada’ entre amigos.

Lluvia ácida (Acid) de Just Philippot. Curioso ecoterror sobre la lluvia ácida y la aniquilación humana. Llaman la atención muchas cosas, como que un río sea ácido y derrita a la gente, pero los árboles no están igual de consumidos o chamuscados. Como película familiar de supervivencia está bien, sobre todo teniendo en cuenta el desastre que provocan las tormentas de lluvia ácida, pero por lo demás no impacta demasiado salvo en un par de momentos. Vista en Sitges el año pasado.

Megalopolis de Francis Ford Coppola. El ya jubilado Coppola mezcla con maestría (porque hay que saber hacerlo) Tiempos Modernos, la Roma de Julio César, la comedia irreverente, mucha ciencia ficción, algo de tragedia griega, teatro shakesperiano, un anuncio de Freixenet, buena dosis de crítica a la sociedad americana, y como colofón obtiene un océano de pretenciosidades y el producto más soporífero de su carrera. Por ahí haciendo el canelo Adam Driver, Giancarlo Esposito, Nathalie Emmanuel, Aubrey Plaza, Shia LaBeouf, Jon Voight, Dustin Hoffman, Laurence Fishburne, Talia Shire… Qué pena que no se retirara cuando debía, nos habría ahorrado este infecto montón de…

Póster de Oscuridad total (Gueules noires) de Mathieu Turi
Póster de Oscuridad total (Gueules noires) de Mathieu Turi

Oscuridad total (Gueules noires) de Mathieu Turi. De vez en cuando nuestros vecinos franceses nos dan sorpresas como esta, un horror lovecraftiano con un dios primordial haciéndoselo pasar mal a un grupo de curtidos mineros en mitad del siglo pasado. Lo tiene todo: un científico loco, profecías ancestrales, generoso gore y una de esas criaturas creadas con efectos prácticos que molan por lo elaborados que están y lo fieles que resultan a una de las invenciones de H.P. Lovecraft. Bastante notable.

Aguanta la respiración (Hold Your Breath) de Karrie Crouse y William Joines. Cuando no entras en la historia, excesivamente aburrida y falsa, o cuando te cuentan una cosa y, sorpresa, acabas justificando todo de la forma que más te conviene, pues te quedas fuera. Aburrida a niveles de Megalopolis.

Caddo Lake de Logan George y Celine Held. Vista Caddo Lake no pude más que pensar en Predestination. El film de HBO es un ingenioso juego de paradojas temporales que es mejor no contar. Inteligente, bien elaborada y francamente entretenida. Otra nueva delicia de ciencia ficción que te hará pensar dos veces para encajar las piezas. Si es que con poco se logra mucho.

El hoyo 2 de Galder Gaztelu-Urrutia. Aburridísima, puro tedio de principio a fin, y un despropósito total donde la protagonista es la violencia más gratuita que uno pueda imaginar (y que no me digan ahora lo de las clases, la rebelión, extensión de la original El hoyo, etc. Mentira). El reparto es sencillamente malo, la presencia de Hovik Keuchkerian, un buen actor, queda eclipsada en un mar de nada y sopor, lo de Milena Smit es de traca de maraca. Si El Hoyo fue una agradable sorpresa en la ciencia ficción española, El Hoyo 2 es, nunca mejor dicho, el agujero más profundo en el que podían meter una secuela. A ver si pasan página.

Lo que hay dentro (It’s What’s Inside) de Greg Jardin. Echadle un ojo a esta maravilla oculta en Netflix, que en general no cumple las expectativas. Al final, las cosas pequeñas y juguetonas se cuelan en tu casa y las disfrutas sin problemas. Ciencia ficción paranoica en la que una extraña máquina hace que las diferencias y odios secretos de un grupo de buenos amigos salgan a la superficie para liarla parda. Tiene truco, y nada mejor que giros y sorpresas para hacerlo más ameno. Necesitarás un cuaderno y un bolígrafo para seguirlo mejor… Inteligente.

Love Lies Bleeding de Rose Glass. Cuando el amor verdadero se empapa de drogas, violencia machista, sexo, corrupción, armas y esteroides anabolizantes. La siempre brillante Kristen Stewart está aquí acompañada por una no menos sorprendente Katy O’Brian, actriz surgida del mundo del culturismo, y por el no menos maravilloso Ed Harris, interpretando otro de esos papeles repugnantes. Un thriller francamente potente que no escatima en momentos de turbia y desagradable violencia, amén de fantasía psicotrópica.

Son tres los pósters de Love Lies Bleeding
Son tres los pósters de Love Lies Bleeding

Smile 2 de Parker Finn. Bastante entretenida y con probablemente los mejores números musicales cinematográficos del año (alucinante Naomi Scott), pero que de alguna manera se queda corta con su propia mitología, saltándosela al principio y luego liándola completamente sin tener ni idea de qué es sueño y qué es realidad (cuesta centrarse en lo que estás viendo). Mi recuerdo de la primera parte no era ese, todo más centrado en la maldición y los vívidos insertos que hacía esta en la mente del maldito. Quizás me equivoque, pero Smile 2 se embarca en el mundo imaginativo pero sin saber en qué momento lo abandona… si es que lo abandona. El final es perfecto para un tercer episodio… y hasta ahí puedo escribir.

The Shadow Strays de Timo Tjahjanto. Si se tiene que decir se dice y se graba a fuego: el cine de acción de Timo Tjahjanto nunca falla. Sin embargo, en esta su última propuesta hay cierta irregularidad en el ritmo, como ya ocurrio en uno de sus anteriores trabajos (Headshot). The Shadow Strays No está al nivel de The Night Comes for Us, que es una barbaridad, pero cumple holgadamente su cometido ofreciendo secuencias hiperviolentas y salvajes, y un alto grado de bodycount. Muy recomendable.

No te muevas (Don’t Move) de Brian Netto y Adam Schindler. Curiosa propuesta de gama media que, sin embargo, cumple con creces a partir de una historia original, a ratos violenta, a ratos asfixiante. No es que te vayas a volver loco con la desesperación que sufre la protagonista, y de hecho hay momentos en los que es necesario un pequeño salto de fe para dar continuidad a esta historia producida por el mismísimo Sam Raimi. Por lo demás, es potable, se deja ver y entretiene con la tensión opresiva que propone.

Este cartel es fan art... pero me flipa
Este cartel es fan art… pero me flipa