Dom 17 Abr 2011
Tras esperar con muchas ganas lo nuevo de Duncan Jones, este pasado viernes pude acercarme entusiasmado al cine a ver Código fuente (Source Code, 2011), el segundo proyecto cinematográfico de ciencia ficción salido de las manos del director de la fabulosa y melancólica Moon (2009), una de las mejores películas del género de los últimos años. Escrita por Ben Ripley, guionista con un bagaje a sus espaldas hasta ahora poco interesante – Species II (2004) y Species IV: El despertar (Species: The Awakening, 2007) -, Código fuente se presenta como un film destinado a envolvernos en una trama recurrente, cambiante en base a las acciones del protagonista, y que debe sacar todo el jugo posible a un período temporal tan escaso, 8 minutos lo es todo, que sorprende el mucho juego que puede llegar a dar ese pírrico espacio de acción. Apoyándose en términos tan complejos como la mecánica cuántica y los cálculos parabólicos, Código fuente se afianza en el siempre disfrutable universo del cine donde se transita por viajes a otros espacio-tiempo además de sacarle fruto a géneros igualmente geniales como el misterio o el suspense. En pocas palabras, estamos ante una versión más ajustada, por eso de los 8 minutos, de Atrapado en el tiempo (Groundhog Day, 1993), aunque con unas implicaciones bastante más complejas que las planteadas en la fabulosa comedia de Harold Ramis.
Póster español de Código fuente
El capitán Colter Stevens (Jake Gylleenhaal), piloto de helicópteros en Afganistán, se despierta en un vagón de tren sorprendido y sin saber como ha llegado ahí. Sentado ante una chica llamada Christina Warren (Michelle Monaghan) que le trata como si le conociera de antes, Colter no puede más que alucinar con la situación que está viviendo. No sabe que está pasando, no entiende porqué está en ese tren y se queda conmocionado cuando al mirarse en el espejo descubre que el hombre que se refleja no es él. 8 minutos después de sufrir esta desesperante situación, el vagón en el que viaja explota violentamente. Colter despierta ahora dentro de una especie de cápsula hermética comunicada con el exterior por artefactos electrónicos. Interrogado por la también militar Collen Goodwin (Vera Farmiga) y el doctor Rutledge (Jeffrey Wright), descubrirá que en verdad forma parte de un programa experimental militar llamado "Código fuente" que tiene como objetivo infiltrarse en los últimos 8 minutos de vida de una persona fallecida y tratar de descubrir la razón por la que ha muerto. En este caso su misión es descubrir quién ha provocado el atentado que ha destruido el tren en el que el militar se despertó por primera vez.
Jones vuelve a explorar el género que más le gusta, y mientras sigue trabajando en la futura Mute (¿?), ese homenaje a Blade Runner (1982) que ha prometido a los cuatro vientos, hace prácticas con proyectos como este Código fuente. Porque si, la película es ciertamente interesante. Lo que comienza siendo un viaje de pura investigación se torna en un tortuoso y doloroso intento por descubrir la verdad sobre la existencia del protagonista. La desesperación de Colter Stevens se traslada incluso a sus incursiones en el Código fuente, donde los muy justos 8 minutos le exigen tomar decisiones que acelerarán su establecido final. Porque al final si uno se lo plantea seriamente, la única forma de alcanzar su objetivo es probando diferentes opciones y fallando en casi todas ellas… vamos, como cuando uno desarrolla un programa informático, creas un Código fuente donde la única forma de mejora es mediante ensayos de prueba y error. Eso si, todo lo que se crea con el transcurso de la película, y bajo mi opinión, debería completarse en un momento genial, idílico y básicamente romántico, pero que por alguna extraña razón Jones y Ripley optan por obviar y seguir soltando cuerda para dejar al espectador un poco más perplejo de lo que ya estaba… Porque, ¿qué es en realidad el Código fuente? ¿Una forma de acceder a una consciencia residual de una víctima del atentado durante ocho ajustados minutos? o ¿un método de viajar a un espacio tiempo paralelo al nuestro ocupando la mente de una persona que se verá involucrada en unos acontecimientos que en nuestro momento ya han ocurrido? Todo esto debe analizarse para poder sacar algún tipo de conclusión al respecto. Película enigmática donde las haya, y aunque inferior a la magnífica Moon, debe ser vista en los cines para mayor gloria del género que engloba.