Dom 17 Oct 2010
Sigamos con mi día dos del Sitges 2010 – 43 Festival Internacional de Cinema Fantástic de Catalunya. Probablemente el mejor día al que he asistido. Esta vez, y sabiendo que la última película del día prometía bien poco, lo más destacado de la jornada fueron los dos films españoles que se presentaban en la sección oficial: Carne de neón (2010) y Secuestrados (2010). Junto a ellos pude sorprenderme gratamente con El último exorcismo (The Last Exorcism, 2010) de Daniel Stamm y comprobar como Jonah Hex (2010) de Jimmy Hayward es el truño que se presagiaba tras su estreno en USA. Aquí carne de DVD / Blu-Ray.
Verte a las 8:30 de la mañana una película como El último exorcismo de Daniel Stamm es una de las mejores formas de comenzar una jornada cinematográfica repleta, al 75%, de buenas producciones. En modo falso documental se nos cuenta la historia del reverendo Cotton (Patrick Fabian), un carismático personaje que se ha ganado a pulso el respeto de su fieles. Cotton lleva varios años practicando exorcismos convencido de que no existe el mal que los genera. Cansado de su mentira, veremos como "engaña" a los fieles a los que ayuda, decide contratar a un grupo de periodistas para que le acompañen a su último exorcismo y así documentar el secreto sobre estos rituales. En este momento se descubrirá que si bien Cotton lleva convenciendo muchos años a la gente de su cura, ahora deberá hacer frente a un verdadero mal. Pese a estar rodada en forma documental, Stamm logra un film bastante genial, entretenido, aterrador y sorprendente, que lleva el rito de los exorcismos en el cine a un nivel inusual y renovador. Pese a la calificación PG-13 que se ha ganado en USA es suficientemente impactante como para pasar un mal trago delante de la pantalla. Vale la pena verla.
Cartel de la recomendable El último exorcismo
Con Carne de neón de Paco Cabezas, el paso a largo del corto de mismo título de este director, nos adentramos en un estilo cinematográfico no explorado hasta ahora en el cine español al uso, aunque Airbag (1997) en su día lo definió. Apoyado por completo en la dinámica de la obra de Guy Ritchie, Carne de neón es un reflejo fiel del vertiginoso modo de narración de obras como Lock & Stock (Lock, Stock and Two Smoking Barrels, 1998) o Snatch, cerdos o diamantes (Snatch, 2000) incluso sembrando más de un homenaje a estas. El joven Ricky (Mario Casas), ha dedicado su vida a la venta de drogas. Tras ahorrar durante muchos años decide llevar adelante el plan que lleva rumiando desde hace tiempo en su cabeza… montar un prostíbulo aprovechando que su madre, que le abandonó cuando era niño, sale de la cárcel. Ayudado por Angelito (Vicente Romero) y El niño (Luciano Cáceres), Ricky se meterá en los oscuros negocios de la trata de blancas, la prostitución y otros menesteres dignos de gente de su calaña. Hiperactiva y bien rodada cuenta con una singular y emocionante interpretación de Ángela Molina así como de un reparto de conocidos rostros que encandilan con solo verlos… Macarena Gómez o Blanca Suárez. Otra de las que pegarán fuerte este año en taquilla, cine del que acaba gustando al respetable.
Secuestrados de Miguel Ángel Vivas será sin dudarlo uno de los films españoles del año. Hacía tiempo que no lo pasaba tan mal sentado en una butaca y que no veía una película tan cruda y realista. En la línea de cosas como Funny Games (1997) de Michael Haneke, Secuestrados nos cuenta la traumática experiencia de una familia bien que se acaba de mudar a un chalet residencial de las afueras, y que sufre de ese cada vez más extendido mal en forma de secuestro por parte de un grupo de violentos criminales. En un escenario reducido y con un reparto en estado de gracia asistimos a una de las situaciones más angustiosas y duras que se te pueden presentar en pantalla en estos momentos. Brutal en muchos aspectos, será que cada vez soy más sensible pero tengo la sensación de que se les ha ido la mano, me da la sensación que Secuestrados provocará más de un sentimiento encontrado. Gran película pero extremadamente directa. Muy recomendable y ojito porque llega de Vaca Films, la misma productora que Celda 211 (2009).
Que Warner Bros. decidiera no estrenar en salas de cine de España Jonah Hex de Jimmy Hayward tenía una razón. El film que adapta las aventuras del personaje de DC Comics es un truñazo de mírame y no me toques. Auténtica basurilla, con un reparto que no cumple con lo que se esperaba de ellos y que en manos de Hayward, este se ha lucido, deja claro que mejor le hubiera ido a WB arriesgando ante las demandas de libertad de Mark Neveldine y Brian Taylor, guionistas no se hasta que punto. La película no tiene ritmo y pese a durar unos irrisorios 81 minutos, este dato es tristísimo, aburre tela marinera. La presencia de Jonah Hex (Josh Brolin) es penosa, la de Lilah (Megan Fox) incomprensible, y con el salchichero villano Quentin Turnbull, lo de John Malkovich es de pecado, tenemos el trío calavera que acaba por llevar al proyecto a una tierra conocida por otras muchas compañías… la del fracaso más absoluto y merecido. Jonah Hex no ofrece nada interesante ya que se carga todos los valores positivos del personaje en papel introduciendo bombas nucleares en forma de bolas del dragón, armamento digno de Wild Wild West y un largo etcétera de despropósitos, ¿será que el personaje no tiene suficiente potencial?