Dom 10 Mar 2019
Se pone en marcha una nueva etapa en el universo cinematográfico de Marvel, una en la que tarde o temprano una serie de iconos pasarán página, o eso se supone, y otros que ya han llegado se quedarán durante unos cuantos años con todos nosotros. Conocemos ya al Doctor Strange (Benedict Cumberbatch), a Ant-Man (Paul Rudd), Black Panther (Chadwick Boseman), Spider-Man (Tom Holland), y ahora se nos presenta a Carol Danvers o, como debe ser conocida, la Capitana Marvel (Brie Larson). Por lo tanto, se ha puesto la primera piedra de la montaña Capitana Marvel (Captain Marvel), la que se supone deberá domar el rumbo del MCU de ahora en adelante, pero… ¿está preparada para esta responsabilidad?
Desde luego la Capitana Marvel es un personaje superior, de los que molan, y servirá de nexo, mejorándolo, entre el mundo Marvel del espacio, donde viven por ejemplo los Guardianes de la Galaxia, Kree, Skrull y los futuros Eternos, con el de la Tierra, ese en el que residen superhéroes más básicos pero no por ello menos interesantes. Sin embargo la apuesta de Marvel Studios llega de modo descafeinado no dejando muy claro si realmente su protagonista, la oscarizada Brie Larson, puede llevar sobre sus hombros un peso como el que Robert Downey Jr., Scarlett Johansson o Chris Evan han estado cargando a lo largo de la última década. La propuesta de Anna Boden y Ryan Fleck, directora y director elegidos a la Hermanos Russo, por lo pronto sirve de evidencia para reconocer que les falta coger el punto al personaje y sobre todo encontrar ese en el que la velocidad de crucero acabe siendo suficiente como para levantar hype a diestro y siniestro. ¿Son los directores ideales? Las inercias taquilleras dirán que sí, la duda ofende, pero lo que hay en el fondo no tanto.
Capitana Marvel sufre de un mal similar que ya hemos visto en otros proyectos de la compañía, no encuentra el balance es una historia donde destacan un par de actos notables, mejor el primero que el tercero, pero que sin embargo echa medio por la borda el conjunto merced a un acto intermedio excesivamente extenso y soporífero… vayamos al detalle. Todo arranca con la presentación de Vers, miembro del cuerpo de élite Kree que tras 6 años entrenado al abrigo de Yon-Rogg (Jude Law), acaba con una primera oportunidad para ser parte de la particular guerra contra los terroristas Skrull. Hasta ahí todo bien. Presentación de personajes, siembra de primeras dudas y mareante viaje a la tocada mente de nuestra protagonista.
Acto seguido es necesario seguir narrando esta historia de presentación (inusual y original) y viajamos de cabeza a los años 90, unos donde conoceremos en detalle a un rejuvenecido digitalmente Nick Furia (Samuel L. Jackson), acompañado por un impostado y francamente pobre Agente Coulson, la presencia de Clark Gregg aunque anecdótica es lo suficientemente falsa como para sonrojarse con el resultado de los efectos digitales… luego hablamos. En esos años 90 todo es parafernalia, desde la elección rebuscada de temas musicales donde hay una forzada presencia de grupos como Elastica, Garbage, Nirvana (no se puede dirigir más el "Come as you are") o Hole (no pegan ni con cola en el ritmo, momentos y tono fílmico), hasta la extravagante sobrecarga de guiños y referencias a esa década que deberían hacer la delicia de aquellos que vivimos el momento, pero que no será reconocida por las nueva generaciones. Ese segundo acto, que cuenta con chistes de baratillo made in la nueva Disney, no lo levanta ni la presencia de ese ser dual encarnado por Annette Bening, ni ese Ben Mendelsohn maquillado como el skrull Talos, que de paso da un giro atroz a una historia comiquera labrada con mucho esfuerzo durante años y años. Y ojo, la continuidad de la historia se fragua a golpe de momentos casi "jump the shark": lo de Keller en la morgue y lo del bar Street Fighter son un par de buenos ejemplos.
El tercer acto se puede decir que mejora, con la Larson aupándose como el ser superpoderoso, descubriendo su brutal poder, pero es donde el camino elegido para demostrarlo se antoja insuficiente para lo que el fandom espera. La presencia de Goose es graciosa, las implicaciones de sus actos no tanto, y ya está. No es para nada la peor película de Marvel, dios me libre de decirlo con Thor: El mundo oscuro (Thor: The Dark World), Vengadores: La era de Ultrón (Avengers: Age of Ultron) y, sobre todo, Black Panther, pero tampoco es la mejor… digamos que se queda en un punto medio.
Eso sí, el film contiene grandes momentos como ese genial cameo / gag matecinematográfico de Stan Lee, ovación en la sala, y ese inicio alterado de los créditos del estudio. Las escenas post-créditos, que son dos, siembran si cabe más dudas, una pone sobre la mesa el por qué no antes, la otra obliga a revisar todo el MCU para seguir el camino de cierto objeto a lo largo de la saga cinematográfica nacida en 2008…
Cartel IMAX de Capitana Marvel