Lun 18 Dic 2023
Y sigo avanzando en este 2023. Es turno de noviembre, por lo tanto turno de Reptile, The Killer, Thanksgiving, Napoleon, V/H/S/85 y The Exorcitst: Believer… y alguna otra cosa nunca antes vista y que una vez descubierta, pues feliz de la vida.
The Killer de David Fincher. Historia de un asesino a sueldo (Michael Fassbender) metódico, solitario, neurótico y frío, que debe hacer frente a una situación no tan rara para alguien como él (visto a lo que se dedica). El resultado final es visualmente sorprendente, contando con un fantástico trabajo de fotografía y una narración plagada de pequeños detalles y momentos únicos. A veces nos plantamos ante una comedia muy negra, otras ante uno de los thrillers más violentos del año. Un buen trabajo de uno de los mejores directores de las dos últimas décadas, amén Fincher, con un guión (adaptación de cómic de Matz y Luc Jacamon) de otro guionista inolvidable: el gran Andrew Kevin Walker. Además, refleja lo que uno entiende debe ser la vida de un asesino… la vida de un don nadie, donde se viaja de aquí a allá, y se espera tiempo inmemorial para, de repente, matar violentamente a otra persona. Hipnótica y paciente. Cine del bueno, The Killer es otra que se puede ver en Netflix.
Curioso cartel de Los asesinos de la luna…
Black Friday (Thanksgiving) de Eli Roth. No al 100% como me la esperaba (de ilusión también se vive), pero sí al 85% basada en lo que vimos cuando se estrenó Grindhouse. Está claro que probablemente tengamos una versión uncut más pronto que tarde, pero en cualquier caso lo importante es que Eli Roth ha vuelto a su género. Thanksgiving, tristemente titulada Black Friday en España (pero con la claridad de que aquí lo que más Acción de Gracias significa es como mucho el hecho de contar un chiste), es una imparable serie de tropos del cine de terror, en la que se juega todo el tiempo al habitual despiste de que todos son el asesino. La película es tierra de lo habitual y lo esperado, barbaridades, gore (comedido o no tanto), risas entre tanto chascarrillo forzado, y lo demás que deseamos. No defrauda porque no lo pretende, y cumple porque al final es lo que quiere.
Reptiles (Reptile) de Grant Singer. Thriller con una base altamente retorcida y un macabro asesinato que da pie a demasiadas conjeturas. El film recorre una espiral de sucesos, a cada cual más inesperado pero atrevido, donde el lío argumental terminará por torearte. Suficientemente entretenida como para darse un paseo por ella y pasar el rato. Bien y en Netflix, ya de paso el reparto es de esos que siempre funcionan, con caras como las de Benicio del Toro, Justin Timberlake, Eric Bogosian o Alicia Silverstone. No es la pera, pero cumple con lo esperado.
Napoleón de Ridley Scott. Pues que queréis que os diga, no me ha acabado de convencer el resultado. La película es completamente plana, con dos protagonistas que lo acaparan todo… y ojo, está bien pero no es suficiente como para cumplir con lo que se esperaba de ella. El montaje es muy extraño, forzado cosa fina, plagado de desconcertantes fundidos a blanco y algunos momentos sangrantemente ridículos, así como personajes secundarios que aparecen y desaparecen otorgando más si cabe una sensación de desconexión a la historia, y de despropósito al conjunto final. Ojo, no todo es un desastre, ya que estamos ante una alucinante superproducción, donde el despiporre perpetrado por Scott es de agradecer. Pero no siempre todo vale.
V/H/S/85 de David Bruckner, Scott Derrickson, Natasha Kermani, Mike P. Nelson y Gigi Saul Guerrero. Otra más en el insondable universo del cine de terror por segmentos. La saga moderna más famosa y longeva añade 5 nuevos episodios donde lo estándar y en ocasiones anodino campa a sus anchas. Creo que "No Wake / Ambrosia" de Mike P. Nelson es sin duda el segmento más desafiante de todos (divido en dos partes – inicio y final), con un tono de terror puro en donde el acoso y la sensación de angustia de los protagonistas está muy bien lograda… además del giro final para el mejor cierre posible, bravo. Por lo demás, este no es mi cine, definitivamente no le veo el punto con el formato, el estilo y la forma de narrar una historia de terror (algunas veces excesivamente inconexa y sin provocar el más mínimo interés). Del cine de segmentos Southbound creo que fue una de las que más me gustó en el instante de mayor gloria de este subgénero (vista en Sitges 2015).
El Exorcista: Creyente (The Exorcits: Believer) de David Gordon Green. ¿Qué queréis que os diga? Pues que no se puede hacer peor. Menudo despropósito total. Aburridísima, pobre en todos los sentidos posibles, sin idea de cómo reinventar o renovar una historia ya conocida (y que no necesita seguir siendo contada). De regalo, ese enlace con la película original de Friedkin que resulta ser la idea más atroz posible, con un instante particular donde se roza el mayor de los ridículos para una actriz como Ellen Burstyn… y ese final, mejor no pararse y seguir circulando por las salas de cine buscando pastos más verdes que este. Candidata para quedarse en el fondo del cajón y rumbo al olvido en un barco sin nombre. Vale que trates de renovar la obra de Carpenter, con una dos dignas primeras partes, pero esto es ya meter la pata sin salvación. Ni el poder de Cristo va a salvar este intento de renacimiento.
Termino recomendando Platillos volantes de Óscar Aibar, una comedia negra plagada de desesperanza y tristeza personal sobre el fenómeno ovni nacional que protagonizó varias décadas de nuestra historia ufológica más loca. En este caso la historia de dos señores con vidas anodinas y donde esto les sirve para ir más allá de lo que nadie podrá imaginar. La tenéis en FlixOlé. La otra es Despertar en el infierno (Wake in Fright) de Ted Kotcheff… el de Acorralado (First Blood). Espiral de caos en el intento de retorno por navidad de un profesor en un colegio del desierto australiano. Esperpéntica vorágine de momentos autodestructivos, pozo negro sin salida… y vuelta. Merece la pena verla, y sufrirla porque tiene algunos momentos francamente incómodos.