Si estás leyendo esto y no has visto Vengadores: Infinity War (Avengers: Infinity War) en el cine ¡DEJA DE LEER YA POR DIOS! Si quieres saber pero SIN SPOILERS, léete la opinión escrita ayer, donde con todo el respeto del mundo hablo de esta gloria de película que completa una década de cine comiquero nunca antes imaginado. En fin, ante la demanda de varios de vosotros, esta es la segunda ¿opinión? que escribo sobre la película pero abierta a SPOILERS totales, sin compasión, destripando muchas de las cosas que oculta el genial film de Anthony y Joe Russo.

Uno de los factores que destacaba como principales en la opinión previa era el hecho de que el notable guión de Christopher Markus y Stephen McFeely fuera capaz de dar respetuoso espacio a la multitud de personajes que aparecen en la historia. En este aspecto es un acierto separar la atención sobre los centros narrativos de la historia, creando a modo "misión" tres arcos diferentes que de forma paralela y simultánea van intercalando su acción. Estos tres arcos a su vez se acaban entremezclando y parte de los miembros que comienzan en uno de esos arcos acaban su aventura en otro.

Así tenemos la aventura espacial donde asistimos a las primeras de cambio a la aniquilación del pueblo asgardiano destacando las muertes de Loki (Tom Hiddleston) y Heimdall (Idris Elba) a manos de un antagonista de la talla de Thanos (Josh Brolin), y donde ponemos cara por primera vez a la Orden Negra en la cual Ebony Maw (Tom Vaughan-Lawlor) se impone como principal miembro. Este arranque sirve para ver como el derrotado Thor (Chris Hemsworth) termina cruzando su camino con los Guardianes de la Galaxia (Chris Pratt, Zoe Saldana, Pom Klementieff, Dave Bautista y las voces de Vin Diesel y Bradley Cooper), que a su vez acabarán dividiéndose para encauzar destinos completamente opuestos.

Loki entrega a Thanos el Tesseracto... la gema del espacio
Loki entrega a Thanos el Tesseracto… la gema del espacio

El segundo arco que se nos plantea es el mixto tierra / espacio protagonizado por Iron Man (Robert Downey Jr.), Spider-Man (Tom Holland) y el Doctor Strange (Benedict Cumberbatch) principalmente. El punto de partida de esta historia coincide con el final del pueblo asgardiano, con la llegada de Bruce Banner (Mark Ruffalo) a la tierra, el sacrificio de Heimdall para salvar a este, y donde se enfrenta por primera vez a estos héroes con Ebony Maw. La puesta en marcha de este arco sirve además para descubrir las intenciones de Thanos y la necesidad de evitar que las gemas del infinito que están en la Tierra, el Ojo de Agamotto (gema del tiempo) que viste el Doctor Strange, y la gema que de la mente que da la vida a Visión (Paul Bettany). Este arco que arranca en New York, da el salto al espacio separando el grupo en dos, por un lado Strange, Iron Man y Spider-Man viajando al espacio para lo dos últimos tratar de rescatar al primero de las intenciones de Ebony Maw, y Banner cruzando más adelante su destino con el resto de Vengadores en la última defensa de la Tierra. Y ojo, digo Banner y no Hulk porque al gigante verde le vemos el pelo al principio de la película, noqueado rápidamente por Thano, y de ahí en adelante en ningún otro momento hace acto de presencia obligando a Banner a vestir la Hulkbuster para poder ayudar en el intento por acabar con el genocida Thanos. Por lo tanto, ese trailer con la famosa escena

Esta escena que hemos visto mil veces en el trailer... y no sale
Esta escena que hemos visto mil veces en el trailer… y no sale

El tercer arco es 100% terrestre, y aunque Thor, Groot y Rocket acaban finalmente echando un cable, el peso es llevado de manera superlativa por Steve Rogers (Chris Evans), Wanda Maximof (Elisabeth Olsen) y Visión. Este arco se centra en primer lugar en el intento de supervivencia por parte de Visión y Wanda ante Proxima Midnight (Carrie Coon) y Corvus Glaive (Michael James Shaw). El fracaso es evitado gracias a la entrada en escena de Rogers, superior y el personaje que mejor ha evolucionado a lo largo de esta década, junto a Natasha (Scarlett Johnasson) y Falcon (Anthony Mackie). Su historia acaba llevándoles a Wakanda, dando entrada así a Black Panther (Chadwick Boseman) y todos los personajes que conocimos este mismo año en la anterior película Marvel Studios.

Vale, en formato rápido resumen estas son las tres historias que se nos presentan. Sin embargo las historias se dividen y confluyen de igual forma, aportando un dinamismo francamente agotador y donde no hay descanso para el respiro. Salvo un par de momentos en los que Drax hace gracias, y muy agradecidas que son, el sin freno del guión de Markus y McFeely es tan apabullante que no es de extrañar que las reacciones se hagan más que evidentes mientras uno disfruta de la completa aventura. Por ejemplo, la historia del espacio se separa en dos arcos diferentes, uno protagonizado por un Thor desesperado por vengarse de Thanos, desesperación que el personaje deja ver en pantalla más de una vez, y el otro en el que asistimos al fatal destino de los Guardianes de la Galaxia, con la muerte de Gamora a manos de Thanos, primer inesperado golpe, cuando este decide sacrificar los único que realmente le importa ante los ojos del desterrado… ¡Cráneo Rojo! Sí, igual muchos esperaban ver a La Muerte, pero no, Cráneo Rojo (Ross Marquand) hace acto de presencia mística en modo guardián de la gema del alma que quiere el titán. Es en esta historia cuando conocemos las razones del villano Thanos, del porqué de esa ansia genocida, y de cómo una obsesión o creencia, le hace aniquilar mundos enteros con idea de salvaguardar el destino de todos los mundos que se conocen. Esta constante confluencia de arcos llevará al grupo de Iron Man a acabar accidentados en Titán, planeta de origen de Thanos, y en el cual tres de los Guardianes, Star-Lord, Mantis y Drax, harán piña con Spider-Man, Iron Man y el Doctor Strange, además de Nebula (Karel Gillian) en una desesperada y fatal batalla contra el mismísimo Thanos. Ya lo dice Strange, sólo en una de los 14 y pico millones de futuros que ha podido analizar vencen a Thanos… no será el caso.

En el escenario final, el que nos dejará con el culo roto y con ansias del cuarto film que llegará el año que viene, veremos la igualmente desproporcionada batalla entre el grupo que resiste en Wakanda frente a la invasión de las tropas de Thanos. Si bien en un principio todo hace pensar que la cosa tiene solución, Cull Obsidian (Terry Notary), Proxima Midnight y Corvus Glaive mueren, la entrada final del titán, poseedor ya de 5 de las 6 gemas, acaba provocando el terrible final con el que se nos deja, un final necesario pero que de alguna forma hace intuir el destino de los personajes en la cuarta parte de esta serie de películas. Una cuarta parte que seguramente diga qué personajes realmente mueren y cuales vuelven a la vida. Porque sí, el final de Vengadores: Infinity War es tremendo, desapareciendo por desintegración no sólo la mitad del universo, si no una gran cantidad de los personajes que hemos conocido: Spider-Man, Star-Lord, Black Panther, Mantis, Wanda, Soldado de Invierno, Falcon, Drax, M’Baku, Groot, Doctor Strange, Nick Furia y Maria Hill, por lo que todo hace pensar que habrá algún juego viaje al pasado, pensemos en lo que se puede hacer con el Ojo de Agamotto, la gema del tiempo es de las pocas cosas que pueden dar la vuelta a esto. Eso sí, una de la cosas más importantes son los muertos no por el efecto Thanos (Loki, Heimdall, Visión y Gamora), y los que quedan para darle la vuelta al tema (Capitán América, Iron Man, Thor, Black Widow, Hulk, War Machine, Rocket, Nebula, Okoye y M’Baku). No sería de extrañar que de los que quedan más de uno no pueda darle la vuelta a su destino… y sí, de los que han desaparecido, regresarán muchos (por ello comienzan a rodar películas este año o incluso el que viene).

Cartel Real D 3D de Vengadores: Infinity War
Cartel Real D 3D de Vengadores: Infinity War

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