Dom 16 Ago 2020
A falta de estrenos y aprovechando el 35 aniversario de su primer pase en cines, sigo haciendo un breve repaso a varios clásicos de la serie B de todos los tiempos. Esta vez toca revisar un film mítico, escrito y dirigido por Dan O’Bannon, y pretendida secuela directa del no menos clásico de George A. Romero, La noche de los muertos vivientes (Night of the Living Dead). Es hora de escribir sobre El regreso de los muertos vivientes (The Return of the Living Dead), locura de mediados de los 80 que en forma cómico-seria propuso un what if muy divertido, punk y adelantado a su tiempo que, como no podía ser menos, ocupa un lugar destacado en el universo de los muertos vivientes de todos los tiempos.
Tarman, pieza clave en El regreso de los muertos vivientes
Muchos detalles son los que establecen la grandeza de esta comedia punk repleta de humor negro y macabro. El regreso de los muertos vivientes es por ejemplo la primera película que introdujo la idea ya afianzada en el acervo pulp de que los zombis se pirran por los cerebros, y no tanto carne humana como definiera George A. Romero en su saga. Además, otro importante factor a tener en cuenta, los zombis introducidos por O’Bannon fueron los primeros en darse prisa, vamos, que corrían que se las pelaban (idea largo explotada con soltura por Zack Snyder o Danny Boyle por poner un ejemplo). De regalo la idea más original de todas ellas, y nunca tenida en cuenta hasta varios años después por el maestro Romero, los zombis de El regreso de los muertos vivientes tienen atisbos de inteligencia, por lo que hablan / farfullan y son capaces de engañar para conseguir más… cerebros. El colofón lo marca la aparente cuasi inmortalidad de estos zombis ya que el clásico disparo en la cabeza no los mata, y siguen erre que erre hasta que los reduces a cenizas, siendo en este estado más peligrosos si cabe… actúan como elemento contaminante catártico para el despertar de los muertos.
Mucha historia hay tras este striptease de Linnea Quigley
La noche de los muertos vivientes contó además con el diseño de producción de William Stout, espectacular su trabajo en este film y en Masters del Universo (Masters of the Universe) además de sus colaboraciones en Conan el bárbaro (Conan The Barbarian) o Invasores de Marte (Invaders from Mars). A nivel reparto, pues un elenco para el recuerdo donde destacan los veteranos Clu Gulager, James Karen y sobre todo Don Calfa… sin olvidar el striptease en el cementerio de la Scream Queen por excelencia Linnea Quigley. De regalo el film tuvo a su disposición una notable banda sonora con temas de grupos deathrock y punk destacando sobre todos el tema central compuesto por Matt Clifford y Francis Haines.
Clu Gulager, James Karen y Thom Mathews… que narices habéis hecho
Hay que recordar que O’Bannon fue un tipo curioso, polémico, discutible, de moral disoluta, pero al tiempo un narrador insustituible. De sus manos salieron films seminales como Alien, el octavo pasajero (Alien), magistral punto de partida de una saga cinematográfica que supuso un antes y un después a la ciencia ficción y el terror moderno coescrita junto a Ronald Shusset, o Desafío total (Total Recall), coescrita de nuevo junto a su amigo Shusset y Gary Goldman, y obra maestra dentro de la historia del cine y adaptación hiperviolenta del relato de Phillip K. Dick. De sus manos también surgieron inicios de carrera como la de John Carpenter con Estrella oscura (Dark Star), película en la que O’Bannon actuó y supervisó efectos visuales. Si bien eligió el camino de la escritura de guiones, fue uno de los técnicos de efectos visuales de los albores de Star Wars, otras obras representativas de los años 80 fueron adaptadas / creadas por él como Muertos y enterrados (Dead & Buried), los segmentos "Soft Landing" y "B-17" de la obra maestra de la animación Heavy Metal, y otra maravilla de la ciencia ficción vampírico espacial como es Lifeforce: Fuerza vital (Lifeforce), adaptación de una obra de Colin Wilson. Si uno hace un repaso a su carrera los 70 y 80 fueron sus años, si bien como en todas partes hay otras propuestas menores de no tanto intereés pero igualmente rescatables: El trueno azul (Blue Thunder) de John Badham, Invasores de Marte (Invarders from Mars), la también adaptación de una obra de Dick Asesinos cibernéticos (Screamers)m o la propuesta canadiense de adaptación, no declarada, de H.P. Lovecraft como es Hemoglobina (Bleeders).
Don Calfa, el doctor Ernie Kaltenbrunner… flipando
Para terminar indicar que la idea del film, el concepto en el que se basa, sale de una novela escrita por John Russo del mismo título. Russo la escribió cuando diversas discrepancias le separaron del camino iniciado junto a George A. Romero, había co-escrito con este La noche de los muertos vivientes en 1968. Esta separación hizo que Russo pudiera crear sus propias historias con la coletilla "…of the Living Dead", mientras que Romero mantuvo el derecho de crear con la suya propia "…of the Dead" a secas (Dawn of the Dead, Day of the Dead, Land of the Dead, Diary of the Dead…). En fin, El regreso de los muertos vivientes es una delicia repleta de ideas únicas, y unos efectos especiales brutales con aportaciones ya míticas como la del zombi Tarman encarnado por Allan Trautman.
El maravilloso cartel de El regreso de los muertos vivientes, dio para su propia saga