Otra de las películas que más disfruté en el pasado Festival de Sitges fue el remake de Maniac (1980), el ya cult film gore de William Lustig que protagonizó en su momento un gran Joe Spinell ofreciendo una de las interpretaciones más desagradables, grasientas y enfermizas salidas del celuloide. En esta era de insulsos e innecesarios refritos del pasado, Franck Khalfoun, viejo colaborador de Alexander Aja como actor en la sangrienta y truculenta Alta tensión (Haute Tension, 2003) o como director de Parking 2 (P2, 2007), se hace cargo de un potente remake que de paso sirve como demostración de que el POV shot puede funcionar francamente bien, y con sobresaliente impacto, en una película de estás características… un slasher directo, brutal y que no deja títere con cabeza… o cabellera.

Protagonizado por Elijah Wood, este nuevo Maniac (2012) es tan salvaje, sucio, crudo, incomodo y enfermizo como lo fuera el film de Lustig. Alexander Aja y su inseparable colaborador Grégory Levasseur, trabajan sobre el guión original escrito por C.A. Rosenberg y el propio Spinell, aportando modernidad y su particular estilo a la hora de hacer cine de horror moderno. Además, curiosidades de la vida, Wood sorprende al respetable saliéndose de su habitual registro interpretativo, aunque esto de serial killer, aunque sea comiquero, le viene al pelo, apostando por un estilo aparentemente nada acorde con sus anteriores incursiones en el cine. Sobre el resultado obtenido decir que el remake es fiel al film de Lustig, mismas obsesiones, mismo modus operandi, mismas grotescas vicisitudes personales pero actualizado gracias a los recursos cinematográficos de hoy en día. Lo que resulta más llamativo es el buen juego que da el uso de la cámara subjetiva, estamos ante una apuesta por este sistema del 99%, logrando que uno se sienta parte de la perversas perturbaciones de la mente del personaje de Wood aunque hay un genial homenaje en ese ligero 1% donde nos alejamos del punto de vista del protagonista. Como extra destacar la electrónica música del film, pieza fundamental que añade personalidad al producto final como lo hiciera la BSO de film ochentero compuesta por Jay Chattaway. Sólo eché de menos un cameo homenaje de Caroline Munro o Tom Savini, ya que del pobre Spinell ya solo nos queda echarle de menos.

Cartel de Maniac
Cartel de Maniac