Probablemente una de las películas que más me han gustado este 2013 en el Festival de Sitges, perturbadora y encantadora al mismo tiempo. Como ya comenté en su momento se trata de un remake de Somos lo que hay (2010) de Jorge Michel Grau, película mexicana vista hace unos años también en Sitges pero que sin embargo no cuajó como debería. La gran sorpresa es que Jim Mickle realiza un remake de esos que deben ser aplaudidos por su descarada crudeza, su notable brutalidad, y por ser a partes iguales tanto escalofriante como desagradable… o muy desagradable diría pese a "no mostrar" tanto como uno puede suponer. Además, delante de las cámaras y llevando el peso más nauseabundo tenemos en primer lugar a dos jóvenes actrices como Julia Garner y Ambyr Childers que sorprenden, hermanas para lo bueno y para lo malo, o muy malo, acompañadas por una vecina encarnada por una Kelly McGillis irreconocible y Michael Parks… presencia, veteranía y tablas para un actor de su calibre. Las creencias extremas y las tradiciones incomprensibles mueven la vida de la familia Parker, anclada en muchos aspectos en un pasado que viste el clásico pueblo de la América más profunda y tradicional donde todo dios quiere pirarse para realizar eso del sueño americano. Lo malo es que entre los Parker nos hay opciones de escapada, un padre dominante, otro que también rompe moldes como Bill Sage, y un secreto que florece una vez al año actúan como cadena, excesivamente gruesa y de consecuencias demoledoras. La recomiendo, pero vedla en ayunas.

Cartel de We Are What We Are
Cartel de We Are What We Are