Dom 14 Ene 2007
Ayer me fui al cine con un porrón de gente conocida a ver la última película del interesante director Christopher Nolan. The Prestige (2006), alucinantemente titulada aquí como El Truco Final, cuenta la historia de dos jóvenes aprendices de mago que, a finales del siglo XIX y por circunstancias de la vida, se convertirán en auténticos rivales que no dudarán, en la búsqueda del mejor truco posible, pisarse, robarse, humillarse y traicionarse a todos los niveles imaginables…
Desconocía que el film estaba basado en una exitosa obra de ficción de un autor llamado Christopher Priest, libro que comentan es bastante bueno y que narra la historia de estos dos magos desde un punto de vista particular… el libro se compone de dos partes, cada una de ellas no es más que el diario escrito por cada uno de ellos en su periplo por conseguir el mejor truco de todos los tiempos.
En cuanto al tema ilusionismo y el engaño como espectáculo, personalmente me ha gustado más la reciente El Ilusionista (2006) de Neil Burger, un film sin pretensión alguna que sólo quiere entretener jugando con la inteligencia y perspicacia del espectador, aunque El Truco Final tiene una buena historia de duelo apoyada en un reparto espectacular. El tema del enfrentamiento personal entre Robert Angier (Hugh Jackman) y Alfred Border (Christian Bale), da pie a una carrera por la innovación, donde la ingeniería de personajes como Cutter (Michael Caine), el espectáculo aportado por Olivia Wenscome (Scarlett Johansson) y la irreal fantasía de Nikola Tesla (David Bowie), aportan misterio, espectacularidad y sobre todo sorpresas. Gracias al film conocemos algunos de los trucos más famosos de la época que encumbraron a personajes como el gran Harry Houdini, vemos los pormenores de la preparación, la parafernalia, la búsqueda por mejorar, incluso sus secretos… aunque visto lo visto al final me suena todo un poco a engaño.
El film hay que reconocer que está bien, una buena historia, buena ambientación, interesantes giros argumentales repletos de sorpresas, un reparto consolidado, uno de los directores europeos más en boga del momento, trucos imposibles apoyados por unos efectos que los hacen geniales, etc. Pero personalmente me siento insatisfecho… no quiero contar nada, pero El Truco Final no me vale del todo.
Supongo que tendréis que verla para poder entender lo que pasa, pero suelo quedarme descontento cuando te venden un producto de una manera y luego resulta ser eso con un detalle genial que lo explica todo y ala, todo resuelto… aunque, bueno, si es una novela, no es culpa de los hermanos Christopher y Jonathan Nolan, que han vuelto a trabajar juntos desde su magnífica incursión en Memento (2000).
No he visto la película, pero el libro es magistral. En el libro, descubrir el truco hace que la novela sea todavía mucho mejor. Eso sí que es un truco de magia.
¿La parte de la física cuántica la entendiste?
Hay una cosa que no soporto en el cine y es que pretendan engañar al espectador no por medio del guión, sino por otras cosas (que no voy a citar)… y Nolan lo ha hecho como lo hace un mal director,alguien de su talla, no se puede permitir estos errores, espero que este sea su único tropiezo en lo que le queda de carrera. Es imperdonable!!! «EL DESPRESTIGIO» (es broma fácil, lo se, pero se lo merece). Uruloki ha sido demasiado benévolo con Nolan.
Flanagan, tampoco es para tanto. Cuando estás supeditado a una obra original, lo que cuentas es lo que debes contar… probablemente estuviera sujeto a obligaciones contractuales.
Lo de la física cuántica… O_o
A mi también me ha decepcionado bastante, supongo que una historia así estará mejor resuelta en el libro, pero mucho me temo que al haber visto la película el libro haya perdido gran parte de su encanto… Es una pena, la próxima vez me lo leo antes. Saludos.
Pues en mi opinión El truco final se ha quedado finalmente a medio camino. Técnicamente está muy bien en todos los aspectos, la verdad, pero el fallo creo que es de raíz, el guión no está a la altura del resto. En primer lugar no hay un personaje por el que el espectador pueda sentir empatía. Los dos magos están demasiado centrados en su rivalidad y en sus ansias de venganza y resultan demasiado antipáticos al espectador (al menos en mi opinión) y en segundo lugar, los personajes secundarios no tienen ninguna entidad. Uno se pregunta que pinta en la trama un personaje como el de Scarlett Johansson o porqué el personaje del gran Michael Caine no tiene más importancia en el devenir de los hechos, parecen estar simplemente de relleno.
Si a eso sumamos que el truco final al que hace referencia el absurdo título en castellano se ve venir mucho antes de llegada la mitad de la película más por la inexplicable impericia de Nolan (su talento en la puesta en escena está sobradamente comprobado así que se me hace realmente difícil pensar como ha podido resolver de forma tan poco satisfactoria todo lo relacionado con «el truco») que por el guión en sí, el resultado final es un truco que no sorprende, que no te deja con la boca abierta sencillamente porque hace rato que le has visto las cartas al director.
Un saludo,
Barry Collins
Vaya, pues a mí me ha encantado. Pese a lo tramposa que es (lógico, tratádose de una peli sobre magos/ilusionistas). Me encantó la escena final, un par de frases que suelta uno de los personajes bien podría haberlas pronunciado el director.
que puedo decir, estoy en medio de la discusión, pero una película como esta se agradece.Aca en Chile no causo gran impacto, pero debo decir que aunque el secreto del film queda expuesto tempranamente es muy difícil saber hacia donde ira el final.La historia se hace entretenida si cada uno de los que va a verla tomara el lugar de alguno de los magos…¿qué harías tú para superar a tu rival? partiendo de esa manera la peli sería más entretenida, quizás esa es la idea de Nolan.
Alguien arriba decia que no se identificaba con ninguno de los dos magos. Discrepo totalmente. Desde el momento casi al principio en que el personaje de Bale va un paso mas alla y el que paga las consecuencias es Jackman, alli queda bien claro con quien se identifica el espectador, con el agraviado.
Por otra parte, la magia es muy particular. Cuando nos hacen un truco de magia y no sabemos cual es nos quedamos alucinados. Pero si descubrimos cual es el truco, pierde ese punto de ‘magia’ y se convierte en algo burdo y que no supera nuestro intelecto, por lo tanto, algo casi insultante si pretenden sorprendernos con ello.
Pero que pasa si lo que descubrimos es que no hay truco? Que pasa cuando se nos enfrenta a la magia de verdad? Hay dos niveles totalmente opuestos; el de saber o no saber cual es el truco por un lado, y por el otro el de saber que hay truco y algun dia podremos entenderlo en oposicion a la presentacion de algo que siempre escapara a nuestro entendimiento. Creo que esto es, quizas, lo que esta provocando tanto desenganyo entre el publico.
Pues a mí me ha encantado la película, precisamente bastante más que la mediocre El Ilusionista. Eso sí, no he leído el libro, así que no puedo compararlos como hacéis algunos. Si no os importa, podríais ser más explícitos en vuestros comentarios? Al fin y al cabo imagino que todos los que entremos en este post es porque ya hemos visto la película… (o leído el libro :-P)
Yo fui a verla el viernes y aunque me gustó, salí un poco desencantado del cine, probablemente porque esperaba demasiado de la película.
Con El Ilusionista, sin embargo, me ocurrió justo lo contrario. No esperaba demasiado y salí encantado.
Puede que se deba a las espectativas que tenía por una y otra películas, pero lo cierto es que cuando salgan los DVDs a la venta, compraré El Ilusionista para engordar mi colección, pero no creo que haga lo mismo con The Prestige.
Probablemente lo que me ha pasado con The Prestige es lo que comenta EKI. Bueno, probablemente no, seguro. En cuanto vi a los gatos y todos los sombreros (no creo que con esto esté soltando ningún spoiler si no explico nada más) supe en qué consistía el truco, y precisamente eso es lo que me desilusionó (no averiguar el truco, sino la forma de realizar el truco en sí).
Para mi es como un capitulo demasiado largo de la dimensión desconocida («The Twilight Zone»)
Película enormemente interesante…sobre el papel, pero decepcionante en su resultado final. Por eso mismo, porque la historia promete muchísimo y está abierto a un sinfín de posibilidades que debieran haber fascinado, y sin embargo resulta farragosa, carente de la más mínima lógica y con un final que se diluye en sí mismo.
El primer tercio está muy bien, con la presentación de los personajes, su interrrelación y el truco que desencadena la cruenta y bastante estúpida guerra entre los dos protagonistas.
Y cuando parece que el espectador quedará arrebatado ante la curiosa y rica historia, comienza una narración oscura, como he dicho antes, farragosa, donde todo se confunde y la credibilidad brilla por su ausencia.
Y es que, tal y como sucedía en la superior «El ilusionista», en este tipo de filmes, el envoltorio puede ser más importante que lo que hay dentro, pero cuando hay sobre todo humo (envuelto en muchos rayos debido a la electricidad, invento de finales del siglo XIX, que tanta importancia tiene en el filme y en la historia de la Humanidad), la historia se resiente, dejando toda la fuerza y razón de ser en el truco final, en la finalización de la historia. Y esta no puede ser más desilusionante. Algo que se escapa a la magia y entra en lo cotidiano, en lo estrictamente real y humano. Algo, por otra parte, bastante previsible pues no podría ser otra cosa, aunque se la haya revestido anteriormente con ropajes de fantasía y ciencia ficción.
Estéticamente hay escenas bellísimas, como el momento de la introducción de un ataúd en un nicho. En cuanto a la ambientación, se nota un esmerado trabajo en cuanto a la dirección artística, así como en el vestuario y peluquería y maquillaje.
Sin embargo, el guión tiene bastantes agujeros y la dirección de Nolan, toma un impulso respecto a su anterior filmografía, pero para atrás. El ritmo comienza siendo bueno pero más tarde todo se supedita a preparar al espectador a un final «abracadabrante», ilusionándole en vano, visto su bastante menor resolución.
En el capítulo interpretativo, las tres actrices se comen con patatas a los protagonistas, con un Hugh Jackman, especialmente mediocre, muy por debajo de su, por otra parte, difícil papel.
En defintiva, en lo que a mi respecta, «The Prestige» me ha supuesto un menor entretenimiento, que no me ha aburrido, eso no, pero sí decepcionado, hasta el punto de que se me habrá olvidado dentro de una semana o así. Como si no hubiera visto nada.
Creo que «el truco» de Angier no es mas que una distraccion para no pensar demasiado en el verdadero truco que es el de borden y que no se resuelve hasta el final (aunque te lo puedas imaginar). No se puede pensar en sorpresa cuando te lo han explicado clarito 40 minutos antes del final. Me ha gustado mucho y me parece superior a el ilusionista aunque no por mucho, no me esperaba demasiado y me sorprendio.
Cuando comencé a ver la película «El prestigio» quedé desconcertado y bastante ofuscado por el grado enorme en que difería de la novela original de Chistopher Priest, publicada en español por Minotauro. No era solo que había desaparecido toda la histoira de la generación posterior, que es la que concluye la disputa, sino que también estaban trastrocados las muertes y el origen de la rivalidad. Nolan convertía una historia de enfrentamiento entre generaciones en un simple policial. Sin embargo, a medida que se iba desarrollando la historia comprendí la inteligencia de la adaptación que transformó un relato literario con un ligero sabor metafísico en una fábula moral cinematográfica.
No está mal. Nolan se apoderó de una obra para hacer otra, eso se ha visto ya muchas veces. Nadie le reprocha a Hitchcock, por ejemplo, lo que hizo con un cuento de Irish. A soportes distintos, tratamientos distinto. Lo que cuenta es el resultado final. Y Nolan parece haber acertado, pese a cierta oscuridad en el modo de entregar los ultísimos indicios que hace la historia un poco incomprensible para los espectadores más catetos.