Pues a falta de estrenos en salas de cine, veremos cuándo, toca seguir echando un vistazo a viejas películas de referencia nacidas en otro tiempo. Esta semana ha caído una de esas rarezas / joyas de los virtuosos y creativos años 80, la divertida y referencial Robot Jox del tristemente fallecido Stuart Gordon. Hora de escribir…
Robot Jox, joya oculta y film de culto
Si uno decide invertir tiempo para disfrutar de una generosa dosis de serie B como es Robot Jox, descubrirá en ella una sorprendente propuesta nacida un par de décadas antes de poder hacerse realmente… estamos hablando de una peli rodada en 1987 pero estrenada en 1989 debido a la bancarrota de Empire Pictures, la compañía del mítico Charles Band. Robot Jox es un pedacito (importante) del origen de la fabulosa Pacific Rim de Guillermo del Toro, y Stuart Gordon un visionario como ninguno de un cine de dimensiones titánicas en tiempos de presupuestos ajustados y a por todas. La historia del film escrito por el propio Gordon y Joe Haldeman, nunca más, nos traslada a un futuro distópico post-apocalíptico, tras un holocausto nuclear, y donde todo dios va con mascarilla… vamos, como la vida misma. En ese futuro el entretenimiento recuerda al tiempo de los gladiadores de la antigua Roma, pero quienes se enfrentan son robots titánicos manejados por pilotos que bien podían ser los padres de Raleigh Becket, Stacker Pentecost o Herc Hansen.
Stop Motion para dar y tomar y diseños geniales
A nivel historia la cosa es muy molona. Los poderes gubernamentales dominantes del nuevo mundo pelean por regiones, en este caso Alaska, usando robots gigantes contratados. En el lado de la Confederación, los villanos, está Alexander (Paul Koslo), asesino de nueve oponentes previos y que tiene todo a su favor. Por el lado del Mercado libre está Achilles (Gary Graham), que igual que Alexander ha llegado a la gran final pero sin rematar a sus oponentes. Cada uno maneja su robot y se zurran en la arena. Y ahí está toda la grandeza de Robot Jox, película hecha con mucho corazón y grandes dosis de esfuerzo donde todo su presupuesto (cerca de 10 millones de la época) se lo llevaron unos efectos visuales que explotan el stop motion a destajo y el uso masivo de maquetas, por ahí anduvo el nominado al Oscar David Allen (El secreto de la pirámide, La serpiente voladora, The Stuff, Willow o Aullidos).
Lo que veis es lo que hay… y no, no es Pacific Rim, es Robot Jox
El resto es pura imaginación (absurda o no), introduciendo elementos como clonación genética regada con evidentes referencias a "El juego de Ender", o algo tan presente a día de hoy como la piratería tecnológica, pero de la misma forma plagada de irrisorias actitudes de macho alfa, traiciones de baratillo, espantosos actores, escenografía desmontable o la siempre agradable presencia de Jeffrey Combs, visto y no visto. Hay que echársela encima para descubrir en ella elementos tomados directamente de Mazinger Z o incluso Transformers, pero a la vez se pueden descubrir ideas directamente homenajeadas o exploradas con mucho éxito algunas décadas después. Ah, para el que le interese, este merecido cult film está disponible en Filmin.
Uno de los carteles de Robot Jox