"Homo homini lupus", lo que significa que el hombre es un lobo para el hombre. No sabría cómo modificar esta locución para adaptarla a El Amanecer del Planeta de los Simios (Dawn of the Planet of the Apes, 2014), mi latín no es nada bueno, pero este acertado concepto, perfecto si me apuráis, es la base tomada por Mark Bomback, Rick Jaffa y Amanda Silver, para plasmar en cines un magnífico segundo episodio de este renacimiento de la obra literaria creada por Pierre Boulle y adaptada originalmente para el cine por los maestros Michael Wilson y Rod Serling. Entretenimiento absoluto y una excelencia de poco más de dos horas, esto es lo que ha realizado Matt Reeves tras aceptar el reto y tomar las riendas que estuvieron en manos de Rupert Wyatt hace unos años. A modo tragedia griega o shakesperiana, El Amanecer del Planeta de los Simios es en una generosa parte de su metraje un viaje a la formación y evolución de esta nueva sociedad que dirige Caesar (Andy Serkis), al tiempo que divisamos el ocaso en el que la raza humana ha caído de forma inevitable tras el letal golpe recibido por la denominada gripe de los simios.
Han pasado 10 años desde los acontecimientos contados en el film que protagonizaba James Franco y, tras la pertinente introducción que enlaza con los títulos de crédito de El origen del planeta de los simios (Rise of the Planet of the Apes, 2011), los simios se han establecido más allá de los bosques de secuoyas de Muir Woods. Vemos cómo cazan, conocemos su organización, descubrimos las bases de su educación, sus reglas y cómo conviven… "simio no mata simio". Secuencias intensas, entrañablemente humanas y que sirven para documentarnos de alguna forma en esta ficción que se podría llegar a catalogar como de valor antropológico. Pero como en toda sociedad (pasada, presente y futura), no habría evolución sin catarsis y desencadenantes, así que un reencuentro con la raza humana, una segunda parte del film donde se nos presenta una nueva relación y un nuevo brote de amistad entre humanos y simios, harán aflorar odios pasados y viejos temores que derivarán en la lógica lucha que tiende a provocar que viejas asperezas, jamás olvidadas, renazcan. De ahí se da el salto a un tercer acto donde no hay descanso, completamente desenfrenado (aquí se pone en marcha el concepto blockbuster mainstream) y en el cual se desmoronan los claros intentos de Caesar por evitar lo inevitable… algo muy humano esto de tener ideales utópicos difícilmente realizables.
Junto a todo lo comentado el despliegue técnico. Nuevamente debemos sumar a las interpretaciones de Andy Serkis o Toby Kebbell, ojito a Koba, el trabajo, sencillamente alucinante, de Weta Digital. Sus efectos visuales, que ganan en intensidad gracias a lo lúgubre y apocalíptico del futuro que muestran merced a una escenografía escalofriante y una fotografía superior (obra de Michael Seresin), son sobrecogedores llegando en muchos momentos a dudar sobre la artificialidad de los personajes CGI… joder con los rostros de los simios y como aguantan los primeros planos. La expresividad, los movimientos, las reacciones, pura simbiosis con el entorno y con los actores reales con los que comparten pantalla como son Jason Clarke, muy notable y el representante más destacado del adiós a la humanidad, Keri Russell, Gary Oldman o Kirk Acevedo. La película, superior a su predecesora, engancha, entretiene con descaro y, esto es un puntazo, emociona. Remata la jugada la banda sonora de un Michael Giacchino, se te encogerá el corazón, que sabe como nadie aportar ese gran impulso en todos los momentos donde la intensidad necesita ser magnificada.
En definitiva, uno de los blockbuster del año y puede que el del 2014. Al menos va más allá que el resto y se mete en detalles poco comunes cuando lo que pretendes es invertir mucha pasta y recaudar más todavía. Mostar la evolución de una nueva sociedad (apuesta personal de Reeves por lo que contó hace unos días), proponernos sus primeros debates morales, las decisiones tomadas (acertadas o equivocadas) y combinar todo junto a sambenito de película de entretenimiento asegurado parece algo francamente complejo en el Hollywood de hoy en día… pero mira, Matt Reeves lo ha hecho, que el resto le imiten a la de ya.
Cartel español de El Amanecer del Planeta de los Simios