Hay que arriesgarse, ser original y jugar por ideas no exploradas, que ofrezcan innovación y que desafíen de tanto en tanto al espectador. Un buen ejemplo de esta apuesta es Open Windows (2014) de Nacho Vigalondo, la notable aunque extenuante, por el esfuerzo de atención que exige, nueva incursión de uno de los destacados directores de esa generación a la que dan forma gente como Eugenio Mira, Juan Antonio Bayona, Jaume Collet-Serra o Jaume Balagueró. Open Windows es además un ejercicio tecnológico encomiable, un thriller acoplado a la generación de internet que redefine el concepto metraje encontrado para apoyarse por completo en los medios disponibles que nos rodean y así guiar al espectador por la aventura que protagonizan Elijah Wood y Sasha Grey.
El poco prolífico director, hacer cine en este país es casi tanta aventura como la que sufren Wood y Grey, vuelve tras la fantástica Los cronocrímenes (2007) y la divertida y marciana Extraterrestre (2011), dejando claro que los retos tecnológicos no le asustan al dedicar incontable tiempo a una fase de post-producción y montaje que ha debido ser harto más compleja que el rodaje en si. El proyecto es digno de ligas mayores y otra vez Vigalondo pone todo su esfuerzo en una titánica tarea a la que decide dar mil y una vueltas para así llamar la atención. En Los cronocrímenes nos desafiaba con la paranoia temporal y las paradojas, en Extraterrestre un macguffin de dimensión inclasificable servía para contar algo completamente diferente, en Open Windows el reto es el montaje, el aroma Alfred Hitchcock / Brian De Palma que ya usara Eugenio Mira en su Grand Piano (2013) está muy presente, u omnipresente, y pone sobre el espectador la obligación de hacer un esfuerzo extra para seguir la trama al viajar una gran parte del metraje por el escritorio de un ordenador y las muchas ventanas abiertas que nos cuentan la historia. Este esfuerzo no obstante puede ser un problema, porque la obligada atención debida al constante cambio de foco de la acción te deja cansado y por momentos te descontrola al obligarte a ordenar y recordar múltiples acciones previas recientes. Pero ojo, ahí radica su originalidad y su encanto, no es algo habitual y estos retos son los que molan.
El resto pues correcto, Elijah Wood es Elijah Wood, un actor reinventado, que ha sabido pasar página de sus viejas aventuras por la Tierra Media y que no para de sorprendernos con el giro que ha dado a su carrera… Maniac (2013), la mencionada Grand Piano, "Wilfred" (2011-¿?), la futura Cooties (2014) y su incursión en la producción con el sello Spectrevision. Sasha Grey sensual, perfecta actriz de producciones del calado de la imaginaria Dark Sky, y que convence como sufrida paciente del extraño villano encarnado por Neil Maskell. Y no hay más, Vigalondo en esto es un fuera de serie, en Los Cronocrímenes la cosa quedaba entre 3 actores, en Extraterrestre eran 3 principales y dos complementarios, en Open Windows la cosa vuelve a 3… todo más teatral y coral… La soga (Rope, 1948), Ventana indiscreta (Rear Window, 1954), etc. Merece mucho la pena verla si lo que buscais es algo completamente diferente.
Elijah Wood, el Nick Chambers de Open Windows