Como si de una película de Lucio Fulci se tratara, durante estas dos últimas semanas nos hemos visto inmersos en una partida de rol repleta de pocas esperanzas y muchos zombies sedientos de carne humana. La Rúa Concheiros estaba destartalada, varios coches incendiados poblaban la calle y el policía Amancio García acababa de salir de su casa para encontrarse con un par de zombies merendando. Luego todo se aceleró, aparecieron Jack Wellington a.k.a. "El Negro", Alfred Grahams y Javier "El Gitano" Jiménez, después hice mi entrada, un rudo "survivor" llamado Matías Andrade armado con una motosierra tuvo un accidente con su camión de reparto.
Nos parapetamos en una casa y allí nos encontramos con los hermanos pijos Suárez (Miguel a.k.a. Facundo y Álvaro) y con Don Gabriel "El Cura". Nos dedicamos a limpiar el edificio de zombies y perros zombi como se hace en las pelis de verdad, tapiamos entradas conflictivas como buenos supervivientes y para nuestra desgracia "El Negro" se creyó un saltimbanqui del circo, casi cae desde un tercero sobre una jauría de zombies. Luego vino algo de lo peor, no sabíamos que en Santiago había Lickers como los de Resident Evil, pero la sorpresa fue letal para el ya que la motosierra de Matías acabó haciendo puré de Licker… tres de los personajes de la partida acabamos echando pestes y medio muertos, "El Negro" siguió en su papel de inútil total y casi se muere al 100%. Luego Alvarito "Me toco el pito" intentó curarnos ya que estudiaba medicina, o eso es lo que aseguró, pero resultó ser un auténtico matasanos y nos dejó para el arrastre. Al día siguiente de los 8 que partimos, resultamos 5 y 3 lisiados. Optamos por un punto de fuga muy típico en las pelis, el garaje donde se guardan los vehículos. Por otra extraña razón Alvarete "Me toco el paquete" desveló nuestra posición, armamento, cantidad de supervivientes y heridos a un transeúnte que sorprendentemente no era atacado por los zombies, en verdad flipé con la perspicacia del medico de turno… En fin, arrancamos después de muchas discusiones y cuando todo parecía ir bien, hasta el francotirador Alfred hizo un blanco de 1 entre un millón, sufrimos un ligero accidente. Volcamos en medio de ningún sitio, en la zona de la avenida de Lugo. Éramos todos unos pupas, estábamos rodeados de zombies y nuestro destino mortal, como bien indicaba el master, estaba cercano. Algunos logramos salir de "hay la fregoneta del richar", como diría Jiménez, y arrastrarnos por la calle. Yo entré en un bar y para mi pesar, era un bar de zombies… acabé siendo el pincho caliente de la noche. Los dos "americanos" decidieron hacer un suicidio colectivo con unas granadas de fragmentación y, Alfred "El Francotirador" Grahams optó por salir por patas y dejar a su compañero como único representante del susodicho suicidio. Lo malo es que Amancio García se había quedado en la fregoneta y reventó de lo lindo. Sólo quedaban 5 y uno de los hermanos Suárez, el medico Alvareto "juguemos al teto" dijo la típica frase de "seguidme, conozco la salida"… dio tres pasos y le volaron la cabeza. Ahora eran cuatro: Facundo, El Gitano, Don Gabriel y El Francotirador. Todos dentro de un pasillo sin más salida que el camino indicado por Álvaro Suárez. Don Gabriel, muy en su papel, decidió seguir el camino del Señor y avanzó con seguridad, de nuevo una bala impactó en su cuerpo y en las puertas de la muerte tiró de la palanca.
Si señores, la palanca no era más que un dispositivo de explosivo plástico adosado al cuerpo de Don Gabriel que como si de "Una Bomber" se tratara se inmoló llevándose por delante a sus otros tres compañeros… de repente el gitano dice: "tengo esquiva +8, jeje", el master decide una dificultad CD20 y con un 12 o más estaba salvado sin un rasguño, en ese momento todos recordamos que siempre que el gitano había tenido que superar un problema tiraba su dado mágico y sacaba una tirada milagrosa… pero esta vez se hizo justicia y un 1 indicó la pifia!
Resultado final: todos muertos, una partida genial y unas risas que nos echamos. FIN.