Sáb 19 Mar 2016
La verdad, no tengo muy claro como enfocar esta opinión porque pese a que la sensación inicial es de que he visto una película normal, de hecho no es que me sienta embelesado, debo reconocer que me está dejado un regusto fabuloso de auténtico WTF conforme más poso hace y más pienso sobre ella. Calle Cloverfield 10 (10 Cloverfield Lane) de Dan Trachtenberg es rara. Creo que esta es la única acepción que se me ocurre ahora mismo para definir este Mistery Box de la factoría J.J. Abrams donde un titán como John Goodman se planta frente a dos jóvenes, Mary Elizabeth Winstead y John Gallagher Jr., en una situación simplemente grotesca. Calle Cloverfield 10 podría decirse que es la segunda historia de un nuevo paquete de films que se podrían denominar como los "Cuentos para no dormir" de la Bad Robot. Esto no estaba para nada meditado, han pasado ocho largos años, pero tras Monstruoso (Cloverfield), esta nueva referencia al término deja claro que el filón ha sido encontrado. Lo mismo que Blumhouse con sus terrores favoritos, Abrams aprovecha el talento de gente de directores nuevos como Matt Reeves o este Trachtenberg, y guionistas noveles como Drew Goddard (en su momento), Josh Campbell y Matthew Stuecken (apoyados eso sí los dos últimos en el talento de mister Damien Chazelle).
¿Qué es Cloverfield? Desde ya una marca, una nueva franquicia de películas totalmente independientes y sin relación alguna. Lo bueno, que no dejarán de sorprendernos, lo malo, que puedan convertirse en algo demasiado evidente aunque mucho se cuidará J.J. Abrams de que esto no ocurra. ¿Qué es Calle Cloverfield 10? Pues nada más que una dirección postal en algún pueblo de sabe dios donde. El film de Trachtenberg es un producto multigénero donde se combinan ideas tan variopintas como los misterios de Alfred Hitchcock, las truculencias de los serial killers, las literatura de H.G. Wells, la capacidad creativa del mismísimo MacGyver, el ansia de supervivencia de John McClane en Die Hard o de cualquier otro en todo buen survival horror. Esto es Calle Cloverfield 10, la historia de un accidente y el rescate de Michelle (Winstead) por parte de Howard (Goodman), un convencido del Apocalipsis que ha construido un búnker antinuclear y que está convencido de que los coreanos, los rusos y los extraterrestres acabarán por dar por saco a los EE.UU. Vamos, este ha visto muchas más veces de lo recomendable Invasión USA (Invasion U.S.A.), Independence Day, Objetivo: La Casa Blanca (Olympus Has Fallen) o Amanecer rojo (Red Dawn). Pero claro, Howard también oculta obsesiones, secretos y el misterio está servido. Un cúmulo de casualidades y de rarezas supinas harán que viajemos entre diversos géneros dentro de un mismo espacio reducido, asfixiante y agobiante. En medio del fregado un tercero en discordia que aporta ese punto de credulidad y que está encarnado por Gallagher Jr. Es una película extrañamente adictiva que al igual que Monstruoso no admite continuación, no tendría ni pizca de sentido.
A esto se reduce Calle Cloverfield 10, una historia contada en poco más de 80 metros cuadrados donde lo metódico es sinónimo de supervivencia y donde cuanto menos te los esperes nada será lo que parece, lo que servirá para ir acrecentando el agobio. Buen ritmo, mejor música del Bear McCreary y apoyo notable en los golpes sonoros que harán brincar en la butaca… yo salté con los sustos dos o tres veces.
Este magnífico cartel de Calle Cloverfield 10