En relación con los últimos suicidios colectivos ocurridos en Japón considero interesante poner un comentario sobre este, para mi, nuevo termino. Hikikomori es la palabra japonesa utilizada para definir a esa gente que se pasa todo el día en su cuarto, sin salir, jugando a las consolas, conectados a Internet y que su mayor nivel de relación con el mundo exterior es el ancho de banda de la conexión que tiene contratada. Son seres completamente solitarios, sin pretensiones y que la sociedad japonesa apabulla y ensombrece por considerar que tener en casa un Hikikomori es una vergüenza. Este trastorno lo padecen actualmente más de un millón de adolescentes japoneses, que se recluyen en sus cuartos por culpa del fracaso escolar, etc.
Según parece, la principales causas de los casi 35.000 suicidios ocurridos en Japón el año 2003, un 7,1% más que el año anterior, son:
– La soledad que padecen los suicidas.
– La increíble competitividad que se ejerce y obliga en el país del sol naciente: Considero una auténtica locura esa ansia por ser el mejor, ese pisotear a la gente porque si y porque soy mejor que tu. Nunca entenderé ese afán por superar a un igual, con esto no quiero decir que la competencia no sea buena, pero siempre dentro de unos límites razonables. Opino que todos tenemos un lugar ya sea en nuestro trabajo o en el entorno en el que vivimos, pero dedicarte a machacar a la gente es del todo repugnante. Casi todos esos Hikikomori se ven reflejados en este punto, si no eres el mejor, no eres nada.
Ante este problema la sociedad japonesa o más bien unos cuantos magnicidas, responden publicando webs donde te ayudan a suicidarte, los pasos que tienes que seguir, qué es lo más rápido, los mejores lugares, etc. Y que encima, promueven el suicidio colectivo.
Muy preocupantes son los límites que se están alcanzando en el mundo, mejor quitar el tapón, que todo se vaya por el desagüe y volver a empezar.
Acudid a Anedonia.net para ver el punto de partida de esta noticia y su aplastante conclusión: "El recalentamiento de la tierra, el suicidio infantil, la deforestación, el Hikikomori, no son más que la clara consecuencia de nuestra ineptitud como sociedad".