Tras una semana liadita sigo con mi periplo por el Sitges 2010 – 43 Festival Internacional de Cinema Fantástic de Catalunya. El penúltimo día en el festival fue un auténtico non-stop. Desde las 10 de la mañana y hasta las 10 de la noche, el menda lerenda se echó a la espalda 5 producciones en el, para mi, día más entretenido de mi estancia en el festival. Comenzó todo con La otra hija (The New Daughter, 2010) del español Luis Berdejo, seguida por la fabulosa y muy pero que muy recomendable Super (2010) de James Gunn, la alucinante y violenta Dream Home (Wai dor lei ah yut ho, 2010) de Ho-Cheung Pang, más la patética Vanishing on 7th Street (2010) de Brad Anderson y la ultraclásica, en esto del terror, Insidious (2010) de James Wan. No lo puedo negar, hubo te todo, pero fue tal el frenesí que quedé satisfecho con la experiencia record que mantuve con Dani y Vanesa de TumbaAbierta.com.

La cosa arrancó con el pase de La otra hija de Luis Berdejo, thriller de terror protagonizado por un siempre solvente Kevin Costner y por la joya en bruto que es Ivana Baquero. La película es medianamente visible, medianamente entretenida y medianamente resultona. Pero claro, si te quedas en todo en el medianamente pues no logras ese punto de conformidad para que la gente salga contenta de lo que ha visto y, sobre todo, para que el boca a boca acabe funcionando. Lo más curioso de la película es que no tarda ni 5 minutos en desvelarte el secreto que si uno sigue los cánones del cine debería haber ocultado. A partir de ese instante el interés radica en ver como se desmorona todo y como lo inevitable ocurre. Porque la verdad, es demasiado previsible. Quizás un plato aciago para comenzar la jornada, pero cuando uno va con ganas de ver cine todo vale… ¿no?

Super de James Gunn
Super de James Gunn

Pero la que sin dudarlo fue la mejor película que pude ver en el festival fue el segundo plato de la jornada. Super de James Gunn, protagonizada por Rainn Wilson, la incalificable Ellen Page, Liv Tyler y Kevin Bacon, y regada con un elenco de fijos del director como Gregg Henry, Michael Rooker, Sean Gunn o el desternillante Nathan Fillion, es un must see en toda regla. Sorprendente, violenta, gamberra y superior. El film del singular y siempre excesivo Gunn es una descarada apuesta paralela al Kick-Ass (2010) de Matthew Vaughn pero llevada a la enésima potencia en esto del desparrame. Ojo, puede que este detalle la marque cruelmente pero hay que decir en su favor que es diferente a esta en muchos aspectos. En este caso el protagonista está completamente jamado y como resultado de su desquicie personal la película opta por no quedarse corta y mostrar un punto más extremo del no recomendable camino del superhéroe de ciudad. Porque la película de James Gunn es en muchos momentos desconcertante, digna de una dosis doble de cualquier ácido lisérgico y dura, pero dura de narices. En definitiva, espero que se acabe estrenando porque estamos ante una pieza de culto, una de esas que deberán ser vistas de tanto en cuando para quedarte completamente satisfecho con cine de héroes que se creen Super pero que no lo son.

Sin parar para comer, un bocata deglutido en la cola de prensa y en la butaca del cine, llegó el momento de ver la impactante Dream Home de Ho-Cheung Pang, película que a la postre se vería recompensada con el premio a la mejor actriz que se llevó su protagonista Josei Ho. En plena crisis mundial una mujer busca desesperadamente hacerse con la casa de sus sueños, cueste lo que cueste y pasando por encima de quién se tenga que pasar. Esta es la premisa de Dream Home y con ello el espectador asiste a una obra directa, sin contemplaciones y tapujos que por momentos duele ver de lo bruta que llega a ser. La verdad, me sorprendió como pese a lo impactante de las imágenes, el mejor detalle de todos es lo bien que está hilada la historia y su justificación. Muy digna de ver dudo mucho que llegue al mercado del cine en pantalla grande en nuestro país, de todas formas si tenéis oportunidad no dejéis de verla.

Insidious de James Wan
Insidious de James Wan

El momento sobremesa no pudo repetir tanto. Vanishing on 7th Street de Brad Anderson es un despropósito de principio a fin. Una premisa interesante llevada a mal término gracias a un guión demasiado pobre escrito por Anthony Jaswinski, a este le falta mucho camino por recorrer, y unos acontecimientos que no aportan nada de nada. Aunque lo peor de todo el reparto que, salvo John Legizamo, se ve marcado por su malogrado pasado. Hayden Christensen es un actor muy mediocre, sin recursos y que se podía quedar en casa. Thandie Newton por otro lado le puede hacer compañía porque tampoco levanta cabeza, y si en algún momento lo hizo. Si quitamos todo esto el resultado final es la nada vestida de metraje de no se cuantos minutos que desde el principio estás deseando que termine. Sin dudarlo lo peor que ha parido el señor Anderson en mucho tiempo y muy alejada de lo que en su día fueron Session 9 (2001) y El maquinista (2004).

El cierre cinematográfico del día lo puso Insidious de James Wan, una pequeña joya que con un presupuesto muy ajustado se entrega a tope para ofrecernos un film de terror a la vieja usanza haciendo recordar por momentos a clásicos como Poltergeist (1982) o Al final de la escalera (The Changeling, 1980). Encabezado por una actor que cada vez me mola más, Patrick Wilson sigue ofreciendo grandes trabajos, Wan nos introduce en una clásica historia de casa encantada con truco del almendruco. Aderezada con algunos de los sustos más desesperantes que me he llevado en mucho tiempo, el film es una nueva demostración de que aunque tengas poco con buena mano puedes lograr grandes cosas. Con esto no quiero decir que sea una obra maestra ni mucho menos, pero si una película recomendable, con aroma a añejo y con efectos y sustos de esos que tanto echamos de menos en plena era del artificio sobrecargado.