Vie 7 Feb 2020
Hoy es viernes de estrenos, que si la comiquera Aves de presa (y la fantabulosa emancipación de Harley Quinn) (Birds of Prey: And the Fantabulous Emancipation of One Harley Quinn), que si la basada en hechos reales El escándalo (Bombshell), el nuevo viaje descorazonador de Terrence Malick y su batalla contra el nazismo en Vida oculta (A Hidden Life) o el terror vampirico artístico de Bliss, vista en Sitges 2019, son algunas de las que desde hoy pueden verse en cines. Pero entre tanto hay un par de cosas que contar…
Por ejemplo, ha fallecido Dyanne Thorne. ¿Quién? Dyanne Thorne. ¿Pero quién? Dyanne Throne. ¿Cómo dices? La actriz que se puso en la piel de Ilsa: la loba de las SS (Ilsa: She Wolf of the SS), una de las reinas de la sexploitation y naziploitation en los gloriosos años 70 que completó su encarnación del aberrante personaje en Ilsa, la hiena del harén (Ilsa, Harem Keeper of the Oil Sheiks) e Ilsa, la tigresa de Siberia (Ilsa the Tigress of Siberia), aunque también encarnó a Greta en Ilsa (Greta – Haus ohne Männer) del mismísimo Jess Franco. Este fue su gran papel, la de una nazi de armas tomar, cafre como ella sola, capaz de despelotarse para acostarse con presos y presas para acabar luego con ellos de las formas más atroces posibles. El cine exploitation de aquella época. Antes que esto pues participó en Las aventuras eróticas de Pinocho (Pinocchio X), Point of Terror o Aquelarre sangriento (Blood Sabbath), a cada cual mejor. ¿Entonces porqué recordarla? Pues porque fue Ilsa, uno de los iconos del cine más extravagante y desconcertante de la década de los 70, esa donde los programas dobles estaba plagada de auténtica serie B y donde no importaba ganarse una clasificación X más por lo violento que por lo sexudo del argumento. Tenía 83 años.
Un nuevo cartel para IMAX de El Hombre Invisible, en el fondo homenaje al gran Chicho Ibáñez Serrador
Por otro lado es Gareth Edwards el que encuentra nuevo trabajo y, genial, de nuevo en la ciencia ficción. El director de Rogue One ha cerrado un acuerdo con New Regency para dirigir y escribir un film que todavía no tiene título ni argumento. Se habla de futuro cercano y se comenta que rodaje este mismo verano. Edwards rompió moldes con Monsters, historia de ciencia ficción, relaciones personales e invasiones del espacio, donde dirigió, escribió y se curró unos efectos visuales por muy poco dinero (dicen que $500.000). Tras triunfar en festivales se estrenó por el resto del mundo para acabar recaudando cerca de 5 millones, lo que abrió las puertas al director a un mundo que no conocía… y que casi lo fagocita. Primero fue Godzilla, un poco bluff, y luego Rogue One, el mejor Star Wars de los últimos 30 años si bien se dice que Tony Gilroy acabó su trabajo. Sea como fuere estamos en 2020 y Gareth Edwards llevaba demasiado tiempo desaparecido. Digamos que un lustro después de su último trabajo en cines volverá a estar tras las cámaras. Mola
Aunque discutida, este cartel de Midsommar es sencillamente enigmático
[…] Artículo original publicado en Uruloki […]