Sáb 29 Ago 2015
Bueno, tras tres semanas apartado de los cines, lo que tienen las vacaciones y el poco tiempo, he regresado para recuperar el hábito y tras verme Misión Imposible: Nación Secreta (Mission: Impossible – Rogue Nation) hace unos días, a ver si encuentro el momento y hablo de ella, me pasé por el cine para ver Cuatro Fantásticos (Fantastic Four) de Josh Trank, la vapuleada y denostada revisión de las aventuras de la familia más icónica del universo comiquero habido y por haber. La pregunta rápida de la que todo el mundo espera respuesta es… ¿es tan mala como la pintan? Pues siendo sincero la verdad es que no, desde luego no es una buena adaptación, tiene grandes problemas, pero no se merece el castigo y desprecio que se le ha otorgado en la era de internet, medio en el que en cuestión de segundos lo mismo te encumbran como te hunden en el mayor de los oprobios. Entremos en materia…
La casa de las ideas tiene muchas historias que contar, pero cuando las obsesiones y objetivos de los estudios, 20th Century Fox en este caso, se ponen por delante a las verdaderas posibilidades del producto pues salen cosas como esta. Cuatro Fantásticos es un pequeño despropósito, una historia que podría funcionar asumiendo los riesgos deseados, se supone que Josh Trank originalmente quería mostrarnos Latveria, un auténtico Dr. Muerte y al mismísimo Galactus, y no optar por lo rápido, por dar forma a una aventura siguiendo una estructura mejor o peor para acabarla a toda velocidad, en modo "rápido que se nos pasa el turno de cena". Ese es el mayor desastre de Cuatro Fantásticos, no puedes arrancar con normalidad, desarrollar una idea que el fondo hasta es original e interesante y tirarla por la borda en una última parte tan fugaz como horripilante. Desde luego el guión de Simon Kinberg y Jeremy Slater se aleja por completo de lo que se podría esperar pero el trabajo de dirección de Trank, me pregunto cuánto quedará de su espíritu, también se las trae. Es una pena echar la vista atrás y ver todo lo que ha pasado, pero cuando la sangre llega al río y la descalificación hace acto de presencia el resultado de Cuatro Fantásticos se puede antojar hasta lógico y previsible.
Y todos los problemas que se suponen tiene el film se ven reflejados en la concepción y presentación de sus personajes. Vale que Reed Richards se está formando, pero aunque Miles Teller pueda ofrecer mucho más el enfoque dado al líder a tener en cuenta es pobre, se trata de un héroe sin carisma, huidizo, con el que logras empatizar un poco en el tramo medio del film pero que en general es tan anti lo que debería ser que no ves claro el camino elegido por Josh Trank para contar la historia de los Cuatro Fantásticos. Además, la amistad que le une a Ben Grimm, estático Jamie Bell hasta lo cansino, es la cosa peor tratada si lo que se pretende es vincular a estos amigos de la infancia que más bien parecen colegas casuales. La verdad, ¿qué pretendía hacer Trank?, ¿adaptar los Cuatro Fantásticos o inventarlos a la sombra de su primera incursión cinematográfica? (la muy recomendable Chronicle).
Sigamos, por ahí danzando también están Kate Mara y Michael B. Jordan, la primera anodina, el segundo rebelde, como debe ser, pero más individualista y enfadado con el mundo de lo que es en realidad su personaje. Bien Toby Kebbell, pero bien mientras da la cara, mientras es un Victor Von Muerte inteligente, un tipo malencarado, egocéntrico y ansioso por llegar a donde nadie ha llegado. Lo malo es su pintoresca transformación en Muerte, el resultado elegido por Kinberg y Slater da pena. El desastre efectuado, nuevamente, con el mítico personaje da que pensar y confirma que o nadie sabe explotar el potencial como villano que tiene el Dr. Doom, o, como Hulk, no vale para plantarle delante de la pantalla… cosa que dudo. Dr. Doom es espectacular, es uno de los mejores villanos del universo Marvel, un ser con un carisma y poder que, por dios, debe ofrecer mejor resultado de lo que hasta ahora hemos visto.
El definitiva estamos ante un producto transitorio, con un arranque curioso pero poco más, que deriva sin embargo en un más que interesante tramo intermedio donde se genera entre los personajes la mayor química posible. La fase de creación e investigación es perfecta, el viaje al denominado Planeta Zero, esa suerte de nueva Zona Negativa que provoca la mutación de los aventureros, hasta mola. El riesgo tomado, la inconsciencia y no temor al riesgo real, un viaje que deriva en el nacimiento de un grupo de héroes que funcionan por separado y que, castañazo en toda regla, con calzador acaban trabajando juntos en una hora de las tortas desabrida, breve, incoherente y muy triste. ¿Qué coño ha pasado? Pues no tengo ni idea, lo que queda claro es que se ha perdido una nueva oportunidad, el enfoque pese a las críticas era el correcto, el resultado vale mucho la pena en su tramo inicial e intermedio pero es tirado por la borda en una tercera fase, o acto. En fin, lo dicho, no es buena, eso está claro, pero desde luego no es mala y menos merecedora del castigo a la que se ha visto sometida. Cuatro Fantásticos debe considerarse como una película fallida y nuevamente deudora de la realidad que prometía.
Cartel castellano de Cuatro Fantásticos