Hay veces que uno no puede resistirse a las oportunidades y, aunque me la volveré a ver doblada esta nueva semana, el pasado sábado acudí raudo y veloz a la sala BFI IMAX 3D de Londres, 17,9 libras del ala, para disfrutar en versión original de Guardianes de la Galaxia (Guardians of the Galaxy, 2014) de James Gunn en formato king size, todas las dimensiones posibles y con sonido modo potencial sordera. ¿Impresión general? Pues que queréis que os diga, película genial de principio a fin con acción suprema, efectos atronadores, personajes fabulosos, diálogos de comedia macarra y un sin fin más de detalles que hacen de esta apuesta de Marvel Studios el acierto de la temporada y una franquicia más con futuro envidiable para anotar en su agenda.
Guardianes de la Galaxia es un éxito sin contemplaciones, y mucho de ese logro se encuentra en haber apostado por un director sin complejos como James Gunn, a recuperar Slither: la plaga (Slither, 2006), la reciente Super (2010) o su serie "PG Porn" (2008-2009), al que se ha arropado con una promoción perfecta tanto de forma independiente como siendo parte del universo cinematográfico de la compañía comiquera. Obviamente con control, Gunn ha tenido permiso para momentos, detalles y gestos que demuestran que aun se puede ser un poco gamberro aun estando bajo la atenta mirada de un gran estudio y una no menos importante inversión. El estilo del director está presente y se ve claramente en el manejo y libertad de ese reparto que encabeza un tipo con carisma infinito como Chris Pratt, impagable versión cinematográfica de Peter Quill AKA Star Lord y ejemplo extremo de lo que habría sido un Han Solo pasado de vueltas. Junto a Pratt, da la sensación de que se lo pasa teta encarnando al héroe, tenemos a los impagables Rocket Raccoon (Bradley Cooper) y Groot (Vin Diesel), una suerte de R2D2 y C3PO versión Marvel que se hacen tan necesarios y cruciales en la historia como lo fueron los míticos robots en la saga galáctica. Los terceros en discordia son Drax el destructor, papel en manos de la mole Dave Bautista y un enfoque inesperado del personaje navegando este entre la brutalidad vengativa y el tomarse todo tan al pie de la letra que de tan ridículo que está uno se parte de la risa, y Gamora, perfecta en todos los sentidos Zoe Saldana, mujer de bandera que la pinten como la pinten da gusto verla.
La película sigue además un desarrollo bastante simple presentando el breve origen del protagonista, saltando en el tiempo a su madurez y de ahí, primeros chascarrillos incrustados ya en nuestras retinas y oídos, al momento cumbre en el cual las vidas de Star Lord, Gamora, Rocket, Groot y Drax se cruzan. Todo muy bien enlazado y sin tiempo a un respiro saltamos de una secuencia divertida a una de acción, a otra emotiva, nuevamente acción, más cachondeo padre, etc. Vamos, una montaña rusa de sensaciones que tocan todas las teclas necesarias para que este Guardianes de la Galaxia esté más cerca de los puntos cómicos del Iron Man que encarna Robert Downey Jr. que de la solemnidad del Thor de Chris Hemsworth. Y este es su punto fuerte, o al menos el que Marvel Studios quiere aprovechar en muchos de sus productos. La comedia llama y si es bien manejada, aquí James Gunn sabe del tema un rato largo, se mezcla perfectamente con cualquier otro género base como, en este caso, la ciencia ficción y el mundo comiquero. Lo que quizás llama más la atención es la poca presencia, aparecen pero no hacen grandes alardes salvo en la recta final, de Ronan el Acusador (Lee Pace) o incluso Nebula (Karen Gillian), pero por otro lado hasta queda bien la cosa así. Cuando hay que aparecer lo hacen y van a tiro fijo, sin medias tintas dándolo todo para decorar más el producto final.
Como extra comentar que Guardianes de la Galaxia abre de par en par esa nueva puerta en el basto vasto universo Marvel. Esto ya estaba advertido, pero se ponen sobre la mesa múltiples guiños que vinculan su desarrollo con acontecimientos vistos en otros films de la aventura que nació en el 2008. ¿Pueden cruzarse los destinos de los Guardianes con los Vengadores o por ejemplo el futuro Doctor Strange (2016)? Pues claro que si aunque siendo realista se me haría francamente difícil ver un crossover tan inmenso en cines. Eso si, cameos, encuentros fortuitos o alguna otra cosilla son cosas que quedan patentes ya no sólo con la presencia de Thanos (Josh Brolin), si no con otros elementos que uno puede divisar visitando con cuidado la sala de objetos de El Coleccionista (Benicio del Toro). El colofón a todo lo que vemos lo ponen unos efectos visuales francamente alucinantes, excelente viaje galáctico por varios planetas donde las secuencias de Nowhere y el desenlace son de aúpa, y la banda sonora, repleta de temas icónicos de los 60 y 70. La idea de regar las dos horas de metraje, hay que ver desde el minuto 0 hasta el 122, con temas como el Hooked on a feeling de los HH o el DD de CC es un aire más de frescor que aporta una dinámica inesperada y todavía más reconocible por el espectador.
En definitiva, Guardianes de la Galaxia se pone, aquí no me corto, al frente de los proyectos Marvel Studios en cine. Entretenimiento puro y duro, blockbuster veraniego y pieza a revisar por todo lo que en ella se nos oculta. Ah, hay secuencia final… inesperada.
Cartel IMAX psicotrópico de Guardianes de la Galaxia