Nuevamente uno de los hijos pródigos de Hollywood desembarca a lomos de un blockbuster con todas las letras y vuelve para ofrecer un producto notable, divertido y fiel a ese canon que debería regir toda superproducción que se precie hoy en día… entretenimiento. Tom Cruise, amo y señor del tiempo, nos invita dar una y mil vueltas en Al filo del mañana (Edge of Tomorrow, 2014), adaptación de la obra "All You Need is Kill" de Hiroshi Sakurazaka que ha sido llevada al cine por Doug Liman, director irregular que entró en el cine mainstream con esa joya thriller de acción que es El caso Bourne (The Bourne Identity, 2002), pero que en las altas esferas no ha sabido manejarse como lo hizo en sus tiempos más independientes y cómicos, Swingers (1996) o Viviendo sin límites (Go, 1999) son buenos ejemplos de que cualquier tiempo pasado se podría recordar como mejor. No obstante Liman cuenta con un gran as que sigue funcionando, veremos cómo la respeta la taquilla pero suena que sufrirá una gran injusticia, y que tras más de 40 años entre nosotros, que se dice pronto, es imposible que no caiga en gracia se le mire como se le mire. Cruise lleva reinventándose toda su vida y es ahora con cincuenta y tantos cuando es más estrella de acción que nunca.
Vale que Al filo del mañana no inventa nada, ni lo pretende, y todos veremos en ella mil y una copias de esa obra maestra de la comedia moderna que es Atrapado en el tiempo (Groundhog Day, 1993), pero da igual. Estamos ante cine de acción del bueno, ciencia ficción incansable y que merced a la omnipresencia de su gran estrella funciona como el espectador merece. Aun así el resultado final no es todo lo que se espera. Se podría decir que los dos primeros tercios de película, la fase de aprendizaje de Cage (Cruise), su encuentro con Rita (Emily Blunt), y el ciento de formas en las que muere, siempre tratando de recordar los pasos seguidos la anterior vez, son lo mejor. El film combina en esos momentos acción mecánica excelsa – los adoradores de las exoarmaduras, del steampunk o los mechas echarán chispas con lo que nos plantean – con golpes de comedia, pero comedia negra que se apoya en algo que no estamos muy acostumbrados a ver… la muerte de Tom Cruise en serie, y no son muertes cualesquiera. Ahí la película crea sus mejores momentos y da pie a contar la obligada vida en bucle de Cage y los múltiples encuentros que tendrá con Rita para conocerla más y mejor, vamos… igualito a Atrapado en el tiempo aunque con matices. Pero como no todo es jauja Liman y sus guionistas Christopher McQuarrie, este cada vez repite más con Cruise y no se puede negar que se le agradece, Jez y John-Henry Butterworth meten la directa, le entra el tembleque a la cámara y pim pam pum, influencias por todas partes. No voy a decir que es caída libre, no lo merece y de hecho creo que el final es notable salvo ese movimiento Hollywood que deja claro que no saben cerrar como deben las historias. Aunque ojo, seguramente el peso de la estrella sea demasiado para apostar por otros riesgos como los tomados por gente como Duncan Jones en la también temporal Código fuente (Source Code, 2011).
Apoyando el plan global tenemos al gran Bill Paxton, otro que ha mejorado con los años y ahora, veterano todo él, se gana papeles de cierta chicha y gracia ya sea en cine como en televisión. El valor femenino lo pone Emily Blunt, belleza que conoce el género y las paradojas temporales gracias a Looper (2012) o Destino oculto (The Adjustment Bureau, 2011), y que aquí acompaña a Cruise, porque es lo que puede hacer bajo el aura que rodea al tío Tom. En definitiva, merece mucho verla en el cine para disfrutar de buen cine de acción, pasarlo bien con el eterno y carismático Tom Cruise, y echarse unas risas con muchos de los cafres momentos que tiene el metraje.
El póster USA del film