Dom 11 Sep 2011
No lo voy a negar, esperaba poco o nada de otro más de los mil y un remake que Hollywood se está sacando de la manga en una época de tremenda inseguridad, falta de ideas y acomodo en el pensamiento "porque innovar si podemos recuperar proyectos que perviven en la mente de los fans". Pero mira, este es uno de esos casos donde lo mejor es rendirse ante la evidencia y decir eso de que Noche de miedo (Fright Night, 2011) de Craig Gillespie no tiene nada que desmerecer del ya simpático y clásico film de Tom Holland. El resultado es un viaje fresco y bien renovado por Marti Noxon, generoso en aspectos cómicos y muy agradable si de casquería hablamos. Porque si, hoy en día cuesta disfrutar de cine gore en cines, pero Noche de miedo dentro de su controlada y obligada limitación aporta al respetable notables raciones de hemoglobina y desmembramientos varios, trabajo de la KNB EFX Group aunque ciertos factores digitales podían habérselos guardado para otros menesteres. En fin, si bien la idea es la misma, un remake es un remake, la renovación que se ha hecho de la historia de Charley Brewster y el vampiro Jerry Dandrige ha sido acertada. Más acorde con los testosterónicos tiempos en los que vivimos, Charley está rodeado de novias, vecinas y amigas de buen ver, la evolución de personajes cruciales como Peter Vincent, bien por David Tennat, o el propio Jerry, para chulo mi pirulo, hacen que el resultado sea 100% disfrutable en la sala de cine. Risas y sustos están asegurados.
Cartel español de Noche de miedo
Charley Brewster, un divertido Anton Yelchin que sigue confirmando que es un tipo con futuro, vive en un apartado y tranquilo barrio residencial en las desérticas afueras de la colorista ciudad de Las Vegas. Una noche Charley y su madre Jane (Toni Collette) conocen a su desaparecido vecino Jerry (Colin Farrell), un tipo anormalmente pálido que debe dormir por el día porque, al igual que mucha de la población de esa ciudad de vicio, trabaja por la noche. La vida de la familia Brewster seguiría su curso como si tal cosa si no fuera porque Ed (Christopher Mintz-Plasse), hasta hace poco el mejor amigo de Charley, intenta convencer a este de que Jerry es en realidad un vampiro que campa a sus anchas en la zona. El mundo de Charley dará un vuelco el día que Ed desaparece, en ese momento se convencerá de que Jerry es algo más que un mero trabajador nocturno e intentará acudir al maestro del horror en los escenarios Peter Vincent (David Tennant) para que le asesore en temas vampíricos…
Noche de miedo cumple con su propósito que no es otro que entretener. Si además ofreces una evolución rítmica desenfrenada pues perfecto. Porque si bien el film arranca de manera pausada, va ganando velocidad hasta estabilizarse rápidamente y en poco tiempo. En este caso Noxon ha preferido no andarse con rodeos, y en Noche de miedo no hay misterio, cosa que en el film de Holland existía a modo juego al despiste perpetrado por el otro Jerry, aquel genial galán que era Chris Sarandon. Aquí todo es más directo y la evidencia se plasma a los pocos segundos de iniciarse la película. El resto es cumplir con creces ofreciendo secuencias interesantes como el insistente juego que se trae Jerry con la familia Brewster, sobre todo con Charley, o el momento aquí te pillo aquí te mato en el que Jerry se harta de que Charley y compañía le den largas… momento en el que además se cruzan brevemente con Sarandon en un muy acertado homenaje a la fuente de la que beben. Por lo demás bien, el nuevo Peter Vincent es en esencia muy diferente a su referente, cosa que también encaja mejor con los acontecimientos posteriores, y poco más que contar. Buena música de Ramin Djawadi, el mismo de "Juego de Tronos" ("Game of Thrones", 2010-¿?), y notable aportación española con el veterano Javier Aguirresarobe a los mandos de la fotografía en otro proyecto más en tierras más fértiles. La pena de todas formas es el aroma a pifia económica que desprende la película… aunque bueno, al fin y al cabo es un remake, y encima un remake de una comedia de terror de serie B.