El pasado viernes acudí con un amplio grupo de amigos a ver I Am Legend / Soy leyenda (2007) de Francis Lawrence, la tercera adaptación, si se puede llamar así tras Last Man On Earth (El último hombre sobre la tierra, 1964) con el gran Vincent Price y The Omega Man (El último hombre… vivo, 1971) con Charlton Heston, de la homónima obra del autor Richard Matheson.
Por enésima vez estamos ante una adaptación cogida muy, pero que muy, con alfileres. Recuperando unos cuantos conceptos, muy pocos detalles, y el título, Francis Lawrence y Warner Bros. Pictures hacen creer que han llevado de nuevo la obra de Matheson al cine. Nunca más lejos de la realidad. Advirtiendo que la fidelidad al libro es nuevamente nefasta, se puede disculpar a los responsables diciendo que el cine es así y esto es lo que hace que en poco más de 10 días un producto cinematográfico lleve recaudados casi 150 millones de dólares. Aunque bueno, creo que si fueran conscientes de las posibilidades reales de la obra seguro que tendrían recaudados 300 a estas alturas. En fin, el inicio de Soy leyenda nos describe brevemente el origen del desastre ocurrido. Una científica (Emma Thompson) comenta en un programa televisivo cómo modificando una cepa de cierto virus han logrado curar el cáncer. Por alguna razón no explicada el tema se les escapa de las manos y, en vez de curar, provocan que el 90% de la población mundial muera. Del 10% restante, un 1% son inmunes al virus y el otro 99% se transforman en criaturas "similares" a vampiros. Nuestro protagonista es Robert Neville (Will Smith), un científico militar inmune al virus que está convencido de ser el único superviviente de la raza humana y que, desde el inicio del caos y durante 3 incansables años, no ha dejado de buscar solución al problema.
Siendo benévolo hay que reconocer que, de alguna manera, en la película existen cosas parecidas a las descriptivas tristes soledades narradas en el libro, los flashbacks que nos recuerdan los momentos anteriores a la gran debacle, y, sobre todo, que las víctimas del juego a ser dios han mutado en algo similar a vampiros. Menos mal que dejamos atrás los patéticos vampiros / zombis del film de Price y los tipejos de pelo afro blanco, extremadamente parlanchines y vestidos con toga negra de la película de Heston. Aunque bueno, ni tanto ni tan poco! Si lees la obra te puedes dar cuenta del gran juego que puede dar el uso de vampiros modernos, su desquiciada y consciente forma de actuar, su aversión a los clásicos conceptos del ajo, los espejos, la luz solar, etc. Eso mola más. Aquí tenemos a unas criaturas que no sabes muy bien lo que son. Corren que se las pelan, saltan como si tuvieran muelles en los pies, viven ocultos en las sombras y, como les de el sol, se tuestan a velocidad de vértigo. Mirando positivamente lo ofrecido hay que decir que las criaturas del film son medianamente inteligentes, capaces de aprender y, menos mal, de actuar de manera ordenada… algo es algo!
¿Me ha gustado por lo tanto Soy leyenda? Bueno, digamos que no me ha disgustado del todo. Una hora y cuarenta minutos medianamente entretenidos, con algunos momentos tediosos y otros que sencillamente sobran como la caza de ciervos. Creo que se han pasado introduciéndonos lo que hace diariamente Robert Neville dejando de lado otros temas más importantes. En tan poco metraje, la razón real de su lucha ha quedado un poco pillada por los pelos. Eso si, me ha gustado mucho la desesperada relación que tiene con el perro que le acompaña y como lo trata casi como un humano. Quizás estos detalles aporten un poco más de chicha a la desesperada búsqueda de soluciones en la que se basa la película.
Ahora hablemos de otro tema. Si, toca charlar de los cansinos efectos digitales. Personalmente creo que Hollywood vuelve a apostar por lo fácil bombardeándonos con cientos de escenas donde lo digital aburre. Hubiera preferido una combinación de efectos de maquillaje y animatrónics para representar a las criaturas. Siempre sería mejor a ese derroche de efectos visuales que, si bien convencen aunque suenan a demasiado vistos, son claramente excesivos. Comprendo que para las escenas de masas tengas que servirte de técnicas digitales que te permitan rellenar la pantalla de cientos de criaturas que brinquen, trepen y actúen con cierta lógica artificial. Pero para el resto no debería ser así… Sería preferible que ciertos primeros planos y enfrentamientos cara a cara se vieran recompensados con maquillajes realistas que dieran cierta sensación de presencia. Otro tema es su perfecto uso para mostrarnos un New York destrozado, comido por el tiempo y muerto en todos los sentidos.
NOTA De los guiños de Warner Bros. Pictures a otros proyectos que tiene en propiedad decir que solo he sido capaz de ver el gigante cartel de Batman Vs. Superman, del resto que se comenta nada de nada. Del trailer de The Dark Knight / El Caballero Oscuro (2008) de Christopher Nolan poco que comentar. El doblaje de Joker (Heath Ledger) no me ha gustado mucho, cada vez odio más que doblen las cosas, se pierde mucha de la esencia de los personajes.