Mié 12 Jun 2013
Leo con pena en el Correo Gallego que el próximo día 30 de junio echarán el cierre tras 30 años de vida los multicines Valle Inclán de Santiago de Compostela, 6 trabajadores más que se suman al paro. No recuerdo el momento de su inicio, pero mi vida cinematográfica en esta ciudad ha estado íntimamente ligada durante muchísimos años a los cines clásicos Capitol, Yago, Salón Teatro, Avenida, Compostela y Valle Inclán. El conocido como Ensanche, la zona nueva de la ciudad, ha vivido mejores épocas y no se puede negar que en estos momentos salvo las ópticas y poco más da bastante pena andar por la zona. Pero si bien el Valle Inclán sobrevivió sin problemas a los cines Área Central de Cinesa, en su momento la crème de la crème en Galicia, y a los Compostela en sus dos etapas de vocación semi-independiente – grandes sorpresas me vi en esos cines como joyas ocultas del nivel de Primer (2004) -, ahora no ha podido hacer frente al claro empuje de As Cancelas, nuevamente la apisonadora Cinesa, y menos a la progresiva pérdida de espectadores debido al IVA, internet, etc.
Esos neones ochenteros se apagarán el 30 de junio
¿Ha sido definitiva la subida del IVA? Pues hay que dejar claro que culpa ha tenido, pero debe tenerse en cuenta que competir en calidad con unos cines nuevos como As Cancelas, la pantalla más grande de Galicia, y al mismo precio es, seamos realistas, francamente complicado aunque deba aplaudirse la apuesta por los tickets de "a 5 euros" que se dan aun ahora cuando ves una película en el Valle Inclán. Pero igual que la muerte de los Compostela, la de estos cines tiene otros factores añadidos que deben ser contemplados pese a quien pese. Aunque hubo renovación del material técnico notable – sala 3D, emisión en Digital, etc. -, todo una pasta que debe ser sufragada con precios impuestos y más desde la subida del IVA, si hablamos de recursos para la comodidad del espectador hace tiempo que merecen un cero patatero. Las butacas siguen siendo las mismas que hace chorrocientos años, la ventilación de las salas siempre ha dejado mucho que desear, el 5.1 falla más que una escopeta de feria que sumado al pobre aislamiento sonoro entre salas… pues eso. Un par de ejemplo, en una de las últimas películas que vi en esos cines recuerdo que los subtítulos estaban tapados, no cabían en pantalla, y pese a comentarlo para que subieran un poco el plano para poder enterarnos de lo que decían unos rusos pues caso omiso. Con el comentado sonido pues similar efecto, había veces que subía el sonido pero en otros desaparecía casi por completo hasta hacerse casi inaudible el diálogo y escuchabas más las explosiones u orgasmos de la sala colindante que lo que acontecía en la película que estabas tratando de ver. Así también se pierden espectadores.
Pero si, es duro ver como se va al traste el único medio "oficial" para poder ver películas como exitos de años pasados del nivel de Intocable (Intouchables, 2011) o The Artist (2011), más piezas con menor distribución nacional como por ejemplo Balada triste de trompeta (2010), The Master (2012), Los últimos días (2013), Stoker (2013) o La caza (Jagten, 2012). Además, aunque ahora a As Cancelas comienza a rescatar cine nacional, el Valle Inclán había aliviado en parte esa vena que se había quedado ahí bloqueada tras el cierre de los Compostela. En fin, Santiago de Compostela, ciudad con un censo de 95.000 habitantes pasa de 14 pírricas salas a 8 y no tiro porque no me toca. Al menos podremos ver cine, en Pontevedra, 82.000 habitantes, ya no tienen ni cine.
Si antes trataba de ver 1 película por semana en cines, ahora la cosa se reducirá no por que quiera, si no porque no pueda hacer otra cosa.
Este tipo de noticias entristecen, y hacen recordar viejos momentos (ahora mismo me viene a la memoria cuando fui a ver Terminator 2 en el Valle-Inclán) pero la precariedade de las salas hace que no eche a ese cine en falta. Algo parecido pasó en Coruña, que poco a poco fue perdiendo los cines tradicionales y ahora sólo hay salas en los centros comerciales, lo que es muy cómodo si te desplazas en coche, pero desvincula las jornadas cinematográficas de los paseos por el centro. Trasladar el ocio a los centros comerciales es decir adios también a parte de nuestra cultura
Coincido en que el cierre de los cines poco tiene que ver con la piratería (cuando tuvimos la debacle de cierres en Coruña ni Internet ni el DVD eran una amenaza), y que, puestos a ver cine fuera de casa, la gente quiere calidad y comodidad, lo que no siempre se tiene. Cuando las ventanas de explotación desaparezcan (que lo harán) la cosa aún se pondrá peor, y seremos todavía más exigentes con los cines, pues tienen que ofrecer algo que no podamos tener en casa para animarnos a pagar sus elevados precios. Pagar por ver una película en cine más de lo que cuesta comprarla en Blu-ray a pocos meses de su estreno es una práctica que no soportan las economías familiares actuales (y de las palomitas, mejor ni hablar), Sólo espero que Galicia en su conjunto no siga los mismos pasos que Pontevedra, y podamos gozar de salas cinematográficas durante muchos años.
Información Bitacoras.com…
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Me ha matao esta noticia. Esta feo decirlo pero me ha entristecido más que otras noticia más graves de la crisis. Mi pasión por el cine empezó a gatear en los Valle-Inclán. Porca miseria…
Vivo en Viilavicencio, ciudad a 90 Km de Bogotá, capital de Colombia, aquí en la ciudad somos mas o menos 400.000 habitantes, y solo tenemos 8 salas de cine ubicadas en dos centros comerciales, esto si da tristeza, ¿no les parece?
Y así, poco a poco, desaparecen los cines a los que puedes llegar andando y de los que, al terminar la película, te puedes ir a tomar un cafecito (o lo que se tercie) al termina la película.
Es triste el cierre de los Valle Inclán, que me traen muchos recuerdos de mis años en Santiago. La calidad de las salas no es un factor decisivo en mi caso, como sí lo es el precio de las entradas y la programación. Los cines ubicados en centros comerciales tienden a homogeneizar las carteleras. Como ejemplo, en Vigo, lo único que varía de un Cine a otro (exceptuando los Cines Norte, reducto de lo minoritario) es a qué hora te echan Crepúsculo 4.
El factor terminar y poder estar ya en la ciudad es crucial. Las tertulias que te pegas después de las pelis, paseando, picando algo, tomando una copa… eso en los centros se termina.