Sáb 20 Feb 2016
Y una vez más nos queda claro que el cine comiquero todavía tiene margen para sorprendernos gratamente. Del buen rollo de Marvel Studios, saltando al oscuro realismo de la ola DC, pasando por la renovación retro de los mutantes X-Men y hasta llegar al macarra, sobrado, maleducado y sarcástico Deadpool, creo que sólo nos falta algo de terror de verdad, del porno no nos queda nada que ver, y estaremos cubiertos en el "western" del siglo XXI.
Pues si, este fin de semana se ha estrenado Deadpool de Tim Miller, una sorprendente joya que ha pillado con el pie cambiado a todo el mundo (¡que nadie se atreva a negarlo!). Por que vale, todos hablábamos de la molancia de las imágenes, de lo prometedor que era el producto viendo los trailers, de que al fin Ryan Reynolds iba a poder ser respetuoso con el personaje que siempre defendió, o de que nos hacía falta superar la barrera del control parental para tener ante los ojos lo que muchas veces vemos en las viñetas. Todo muy esperanzador, pero nadie en su sano juicio se esperaba esto: frescura, ritmo, risas por doquier, sinceridad comiquera y una factura chachi (por no decir que cojonuda). Además, ¿Deadpool, un personaje conocido pero no de masas, arrasando en taquilla? A ver, que sí, que 20th Century Fox no está dirigida por idiotas y si hacen algo lo que esperan es que funcione medianamente bien y gane la suficiente pasta como para sentar unas bases y hacer una secuela (modelo de cine actual cuando se trata de franquicia / blockbuster). Pero de ahí a llevar como llevan 333 millones recaudados para una película R que ha costado 58 más inversión en promoción… hay que estar muy pasado para asegurar que esto iba a ocurrir.
Pero claro, las cosas no salen por casualidad y para dejar con el culo pelado por este nuevo modelo "gamberro" al gran público, tienes que echarle huevos y permitir que Rhett Reese y Paul Wernick hagan un guión como les de la puta gana, encima dar el OK a un director totalmente inexperto como Tim Miller o apoyar a un actor con una carrera no muy afortunada como Ryan Reynolds. Porque esa es otra, ahora todos cagarán por Reynolds, pero es el mismo que pusimos a caer de un burro y sobre el que echamos pestes tras ver X-Men Orígenes: Lobezno (X-Men Origins: Wolverine), Linterna Verde (Green Lantern), R.I.P.D. Departamento de Policía Mortal (R.I.P.D.) o Blade: Trinity (aunque era lo mejor). Vale, que es el mismo de Van Wilder, Buried y The Voices, pero tiene mucha más mierda / mediocridad en su filmografía de la que lo mejor es no hablar.
Y en esas estamos, un film sincero con su fuente, repleto de referencias y chistes brutos a la par que zafios. Un personaje pasado de vueltas, con una novia Vanessa encarnada por Morena Baccarin que quita el hipo, aunque es tan mal hablada como su media naranja y que no escatima en experimentar con diversos formatos en eso que es el sexo y la jodienda padre. Los villanos en buena línea con una Ajax (Ed Skrein) que también se las trae o una Angel Dust (Gina Carano) que se aplica como se espera frente a un ser 100% digital como es el nuevo Coloso (la voz de Stefan Kapicic). Paseo de Negasonic Teenage Warhead (Brianna Hildebrand), del taxista simpático Dopinder (Karan Soni) y algún otro. Fabulosa por otra parte la química IKEA que se tienen entre la ciega Al (Leslie Uggams) y el propio Wade.
Y con todo esto sólo queda dar el verdadero salto, ese en el que Wade Wilson AKA Deadpool atraviesa la cuarta pared y comparte sus pensamientos e intimidades con todos nosotros. Sencillamente magnífico, el trabajo de Reese y Wernick es fabuloso y digno de permanecer en los anales, no me entendáis mal, del cine como ya lo hacen otros iconos como John Hughes y su Todo en un día (Ferris Bueller’s Day Off), grandísimo homenaje. Por lo tanto, Deadpool es un giro total al género comiquero, donde nos podemos reír del spandex, donde hay espacio para las pajas, la sodomía o el cunnilingus. Deadpool hace chistes escatológicos, es abiertamente violento y macarra, es cine R, no apto para menores así que ojo con quién pienses verla. Pero también es cultura popular, es Voltron, es me parto el culo y tiro piedras sobre mi mismo tejado (acierto de Fox), es divertimento puro que sirve para conocer a la creación de Rob Liefeld y el escritor Fabian Nicieza, y para hacer guiños constantes a esos otros mutantes con los que ¿comparte? universo. Bravo Tim Miller, magnífico bravo para Ryan Reynoldsy, sobre todo, MIL GRACIAS a Rhett Reese y Paul Wernick!
Deadpool con un jersey a lo Darcy de cuello vuelto