Lun 21 Nov 2016
Se pone en marcha nuevamente la factoría de magos más poderosa del cine. Con Harry Potter extinto en presencia, y aunque por ahí ronda la posibilidad de ver adaptada la obra "Harry Potter and the Cursed Child", su esencia prevalece de nuevo con el estreno en cines de Animales fantásticos y dónde encontrarlos (Fantastic Beasts and Where to Find Them) de, destinos parejos, David Yates. En esta ocasión ha sido la propia J.K. Rowling la encargada de adaptar a guión cinematográfico su obra y la cosa no se le da del todo mal. En Animales fantásticos y dónde encontrarlos se sienta de paso la base para una nueva y extensa franquicia, una que gira en torno a Newt Scamander (Eddie Redmayne) y, gran villano a la palestra, Gellert Grindelwald (Johnny Depp), ese mago oscuro que quiso ser más que Lord Voldemort antes de Lord Voldemort. A ambos personajes ya los conocimos en la anterior saga mágica. Al primero como autor del libro de estudio "Animales fantásticos y dónde encontrarlos" que se usaba en Hogwarts, al segundo con la cara de Jamie Campbell Bower, joven, y Michael Byrne, viejo, en Harry Potter y las Reliquias de la Muerte (Harry Potter and the Deathly Hallows).
Y en estas estamos. Newt, un mago con cara de despistado y un pelín retraído, llega al New York de principios del siglo XX cargado con una maleta repleta de imposibles criaturas de las que pueblan el bestiario del universo Harry Potter. Paralela a su llegada se producen una serie de extraños sucesos / crímenes y el aparente responsable de los mismos es una siniestra y oscura presencia, una criatura / virus que infecta a sus huéspedes y que es conocida como Obscurus. En su visita a la gran manzana Newt se encontrará con una serie de singulares personajes; el nomag (prefiero muggle) Kowalski (Dan Folger), perfecto alivio cómico de una historia con momentos seriamente tétricos y siniestros, o las hermanas Goldstein, la tremendamente sosa Tina (Katherine Waterston) y la más simpática y dicharachera Queenie (Alison Sudol). Pero ojo, si bien uno podía pensar que todo se quedaba ahí que va, la Rowling tiene tiempo para presentar dos frentes más de acción, uno más impoluto y ministerial, en el que se nos presentan una serie de personajes de índole mágica como son el muy interesante Percival Graves (Collin Farrell) o Seraphina Picquery (Carmen Ejogo), y otro más humano y alarmista encabezado por una familia algo desquiciada… Credence Barebone (Ezra Miller), su hermana Modesty (Faith Wood-Blagrove) o la paranoica y reiniciadora de los juicios de Salem Mary Lou (Samantha Morton).
Como podréis observar tenemos el ciento y la madre de personajes, muchos, y a la par un buen número de tramas que transcurren a lo largo de un dinámico y no tan extenso metraje. Yates, director, conoce además a la perfección lo que tiene que hacer y logra que funcione bien el producto, si bien hay algo que no funciona y es la total carencia de química entre Tina y Newt. El resto de la historia transita entre la comedia (hay tiempo para las carcajadas), la magia visual y algo similar al terror nigromántico que ya conocimos en los últimos films de la saga Harry Potter. Ojo, no es tan elevado en tono, aquello era constante, pero por momentos se le acerca. Bien rodada y desde luego que puerta abierta para seguir produciendo conjuros de año en año. Eso sí, no esperéis algo tan icónico como la larga batalla entre Harry Potter y Lord Voldemort, Newt no parece pensado para este calibre de batallas emocionales, pero no por eso deja de ser entretenida y esperanzadora.
Uno de los carteles de Animales fantásticos y dónde encontrarlos