Es momento de hablar, a toro pasado, de esos proyectos del 2013 que me han dejado buen sabor de boca. Antes de ponerme manos a la obra con esa otra entrada dedicada a los 14 proyectos del 2014 que deberían levantar pasiones, y que espero publicar en las próximas horas, echo un vistazo a estos pasados 365 días tratando de recordar cuántas películas de estreno he visto en cines, 89 si la memoria no me falla, no en cines, 10, y, el objetivo real de esta entrada, cuáles son las que más me molaron. Ojo el listado no lleva un orden especial, las recupero más bien por fechas en las que las pude ver… más o menos. Comentar también que varias de las películas del año son, por temas de distribución, de años anteriores, Europa y España en este caso van a un ritmo muy diferente al que marca el mercado de los USA.
Django desencadenado (Django Unchained, 2012) de Quentin Tarantino. Pues eso, lo nuevo de Tarantino y un western más que molón. Un gustazo esta incursión en el género de forma oficial por parte del director de grandes films como Pulp Fiction (1994) o Reservoir Dogs (1992) y la confirmación de que Christoph Waltz es un actor sencillamente alucinante. Violenta, macarrra, muy cómica y no exenta de la personalidad que plasma Tarantino en todas sus obras. Especialmente destacado Samuel L. Jackson en un papel más importante de lo que se imaginaba uno tras toda la promoción del film. ¿Quién es el verdadero racista?
El atlas de las nubes (Cloud Atlas, 2012) de Tom Tykwer, Andy Wachowski y Lana Wachowski. Una de las grandes olvidadas en la pasada edición de los Oscar y un gustazo visual, interpretativo y emocional. La capacidad del trío de directores de trasladar la compleja obra de David Mitchell que adaptaban merecía mucho más, y si tenemos en cuenta que el elenco de actores encargados de dar vida a todas las historias que formaban el film repiten hasta tres veces cada uno en diferentes papeles, pues mucho más. En fin, fantástica, compleja y casi perfecta.
Stoker (2013) de Chan Wook Park. Otras de las que esperaba con ansias para este año que ahora termina y obligatorio decir que magnífica y de las que te alucinan. Extraña hasta decir basta, repleta de oscuros secretos y fiel homenaje a los tensos momentos de grandes films del género como los paridos por el maestro Alfred Hitckcock. Pausada pero de las que encandilan, con momentos que rozan lo grotesco pero obligados si lo que ve uno es un film del director de obras tan singulares como Sympathy for Mr. Vengeance (Boksuneun naui geot, 2002), Old Boy (Oldeuboi, 2003) o Sympathy for Lady Vengeance (Chinjeolhan geumjassi, 2005).
Pacific Rim (2013) de Guillermo del Toro. Poco más que decir de este blockbuster que no haya dicho ya. Si te molan los robots gigantes y las criaturas imposibles esta es tu peli. Adereza todo con el sabio toque de Del Toro, que llevaba en otros proyectos cincos años, y el resultado es el renacimiento de un género que en el 2014, con Godzilla, dará un paso adelante… veremos si permanece unos añitos visitándonos. Uno de los mayores espectáculos del año en pantalla grande y un despiporre visual sin parangón y sin mesura. Hail Guillermo del Toro!
Tú eres el siguiente (You’re Next, 2011) de Adam Wingard. Con dos años de retraso, y hasta ese momento carne de festivales, llegó esta serie B con visos de transformarse en obra de culto a la de ya. Comedia negra salvaje con una Sharni Vinson como reina de la supervivencia aplicada si de lo que se trata es de dar buena cuenta de unos cafres asaltantes enmascarados. Una redefinición muy acertada del modelo home invasion con momentos únicos y una trama que te tronchas…
Gravity (2013) de Alfonso Cuarón. El impacto visual del año y hasta nueva orden de la nueva década. El mexicano Cuarón se sacó de la manga la película más asfixiante de los últimos años y una gran candidata a ser la favorita de cara a las jornadas de grandes premios con permiso de 12 años de esclavitud. Tan inmersiva que hasta costaba respirar en el cine, hiperreal y sin freno.
Expediente Warren: The Conjuring (The Conjuring, 2013) de James Wan. El nuevo rey del terror sigue reinando. Con dos proyectos estrenados este año, esta e Insidious: capítulo 2, Wan vuelve a dejar claro que en esto de hacer pasarlo mal es el amo… o el puto amo. Adornada con un reparto de gran nivel nos metió el canguelo en el cuerpo este verano y quedará como de lo mejorcito del director. Una demostración de que el terror es rentable y más si con presupuestos no excesivos y sin demasiada floritura puedes ofrecer un resultado magnífico, gracias esos si a un guión y una historia de las de cágate lorito.
Bienvenidos al fin del mundo (The World’s End, 2013) de Edgar Wright. El punto y final a la Trilogía del Cornetto. Wright vuelve a contar una historia de amistad más allá de lo imaginable donde una invasión alienígena sirve como escusa para disfrutar de uno de los mejores films del año. Fabulosa banda sonora y el ciento y la madre de referencias a la cultura pop que Wright, Simon Pegg y Nick Frost han mamado durante muchos años.
Prisioneros (Prisoners, 2013) y Enemy (2013) de Denis Villeneuve. Incluyo en este pack dos films porque ambos trabajos de Villeneuve me han parecido excelentes. El primero, Prisioneros, brutal y desgarrador, extremo y destructivo. El segundo, Enemy, pura paranoia. En ambos un alucinante Jake Gyllenhaal sorprende ofreciendo múltiples registros y mutaciones personales para acomodarse al plan.
Cruce de caminos (The Place Beyond the Pines, 2012) de Derek Cianfrance. Otra de las joya de este año y una historia donde toman protagonismo dolorosas herencias familiares. Cómo los actos del pasado tienen su efecto en el presente y cómo es inevitable que tu vida quede marcada por actos que nunca han tenido que ver contigo. Ya no solo están sorprendentes Ryan Gosling o Bradley Cooper, ojito a Dane DeHaan que poco a poco viene a quedarse.
Sólo dios perdona (Only God Forgives, 2013) de Nicolas Winding Refn. Para muchos una atrocidad, para una maravilla. Winding Refn y su particular estilo de hacer cine nuevamente conjugados con un Ryan Gosling de miradas y extremada paciencia haciendo frente a una desquiciada Kristin Scott Thomas y aun hiperviolento y corrupto Vithaya Pansringarm. Salvaje y con una banda sonora perfecta.
Big Bad Wolves (2013) de Aharon Keshales y Navot Papushado. Otra maravilla. Esta no se ha visto aquí, como Enemy, pero gracias a Sitges 2013 pude disfrutar de esta dura "comedia" negra donde todo te hace gracia hasta que deja de hacerlo. Un tema complicado y peliagudo, no del agrado de todos, tratado de una forma casi magistral y por derroteros inimaginables y salvajemente entretenidos. No os la podéis perder por nada del mundo.
Jodorowsky’s Dune (2013) de Frank Pavich y The Act of Killing (2012) de Christine Cynn, Joshua Oppenheimer y un director anónimo. Un par de documentales que deben ser visto cueste lo que cueste. El primero porque es pura magia cinematográfica y un viaje imposible de imaginar al desarrollo de la fallida Dune de Alejandro Jodorowsky. El segundo un destructivo periplo por una de las etapas más terribles de la Indonesia que puso en el poder al general Suharto. Un encuentro con la mente de un genocida que poco a poco va asimilando lo que en realidad hizo.
Y me dejo fueras cosas que disfruté igualmente como Jack Reacher (2012), Posesión infernal (Evil Dead, 2013), Trance (2013), 12 años de esclavitud (12 Years a Slave, 2013), Afflicted (2013), Rush (2013), El lado bueno de las cosas (Silver Linings Playbook, 2012), Iron Man 3 (2013), El hombre de acero (Man of Steel, 2013), Cheap Thrills (2013), We Are What We Are (2013), Coherence (2013), Dolor y dinero (Pain & Gain, 2013) de Michael Bay o Grand Piano (2013) de Eugenio Mira.
Ah, FELIZ AÑO A TODOS!