Uno de los objetivos que tengo cada vez que acudo al Festival de Sitges es hacer, al menos, una entrevista a alguien a quién en cierto modo admiro, o podría llegar a hacerlo. En el 2010 tuve la oportunidad de sentarme con Richard Kelly, el año pasado fue el turno de Joe Cornish y el grandísimo Nacho Vigalondo, este 2012 apunté en mi lista de deseos a Don Coscarelli y Eli Roth. El segundo me dejó tirado cuando ya tenía la entrevista concertada desde hacía un par de días, tras más de 2 horas de espera un lacónico "no se hacen más entrevistas" fue la confirmación de que hay estrellas que son poco accesibles y, triste, demasiado endiosadas. El que sin embargo lo dio todo fue Don Coscarelli. Uno de los maestros del horror en la década de los 80, padre del Hombre Alto y la saga que comenzó con Phantasma (Phantasm, 1979), responsable de la chusquera El Señor de las Bestias (The Beastmaster, 1982), y el genio tras la increíble y magnífica Bubba Ho-Tep (2002). Pues nada, 25 minutos de charla, mucho más de lo previsto gracias a un tipo 100% accesible un un caballero en toda regla, con Don Coscarelli… ahí van.
Aquí me tenéis con Don Coscarelli en el Festival de Sitges 2012… lujazo
Antes de comenzar con las preguntas recibe mi más sincera enhorabuena por John Dies at the End y muchísimas gracias por haber vuelto a ponerte tras las cámaras. Han sido 10 años de extrema dureza, salvo tu incursión en "Masters of Horror", donde el fan del género ha sentido que le faltaba algo. Había una herida abierta y has llegado justo a tiempo para cerrarla y calmarnos.
[RISAS] Muchas gracias.
Comencemos a hablar de la película que has presentado en el festival, John Dies at the end. Algo que supongo estarás harto de contestar… ¿de dónde has sacado esta novela tan magnífica y extraña? Y mucho más importante, ¿qué es lo que realmente te acabó por atrapar para decidir trasladarla al cine?
Veamos, la verdadera historia es que se trata de la primera película decidida por un robot. Uno de mis placeres confesables es que me encanta leer obras de ficción con zombis. Una o dos veces al año suelo comprar un libro de zombis y debido a esto recibo propuestas de compra en mi cuenta de correo mandadas desde Amazon.com. En uno de estos correos decía "Si te ha gustado esta novela de zombis entonces te gustará John Dies at the End", y traía una breve descripción de la trama donde hablaba de una extraña droga que permitía viajar entre dimensiones y la historia de dos jóvenes que se veían de buenas a primeras inmersos en una guerra debido a un intento de invasión desde otro mundo. En alguno de estos aspectos me recordó a los dominios narrativos de Phantasma, aunque era diferente. Evidentemente me compré el libro, lo leí y descubrí en él momentos de muchísimo terror y al tiempo humor, y me encantó esta fusión de horror y comedia. Así que pensé que era una adaptación perfecta para mi, y más tras el éxito que tuve con Bubba Ho-Tep, así que tomé la decisión de hacer la película y… es lo que nos traer ahora aquí.
El proceso de adaptación al cine de una novela suele ser bastante complejo. ¿Qué camino has seguido para adaptar "John Dies at the End" y concebir que todo lo que se cuenta de la obra tuviera sentido cinematográfico? Si la película es rara no quiero ni imaginar como debe ser la obra de David Wong.
El libro es bastante largo, tiene unas 350 páginas, y el guión cinematográfico debía tener sobre unas 100, así que dos tercios del libro debían quedar excluidos, lo que me obligaba a trabajar sobre una historia que a pesar de todo lo que se le iba a quitar debía seguir teniendo sentido. Además, y mucho más importante, tenía que "eliminar" todas las partes del libro que en formato cine iban a exigir una gran inversión de dinero y medios. Así que con estos dos factores sobre la mesa la adaptación se convirtió en algo así como montar puzzle y unir en el las mejores partes. Pero la belleza de la historia original es que las mejores partes del libro son siempre momentos de diálogo entre dos personajes, hablando uno con el otro o por teléfono móvil, así que no tuve problema para mantenerlas aunque fue complicado y ciertamente un reto que estas partes fueran entendibles en ese contexto simplificado pero tan loco que corría el riesgo de que no se comprendiera que estaba pasando en realidad.
El film está repleto de momentos surrealistas que dejan perplejo al espectado. Desde las mujeres desnudas del universo paralelo de Korrok o el perro que se pasea por la película, pero sin lugar a dudas hay uno que te deja completamente descolocado… el pomo de la puerta que se transforma en pene. ¿A qué se debe esta extraña decisión?
[RISAS] Fue un reto interesante porque en los Estados Unidos tenemos un órgano censor, la MPAA, y he crecido tratando de ofrecer la mayor cantidad de sangre posible en las películas de la saga Phantasma. Pero esta vez me iba a enfrentar a los aburridos censores en otro aspecto y temía que la secuencia del pomo que se transforma en pene acabará provocando que aumentara el nivel de calificación moral. Así que, de la misma forma que hice en la saga Phantasma, rodé la escena de diversas formas. La primera vez que rodé la secuencia del actor subiendo las escaleras y tocando el pomo trasformado en pene pensé "oh, la MPAA nunca dejará que el protagonista lo toque", así que la filmé de una segunda forma.
Otra de las cosas ridículas que me ocurrieron con esta toma fue la primera vez que tuve que trabajar con el pene prostético. Sabes, estoy acostumbrado a trabajar con momias falsas o criaturas grotescas, así que cuando llegó el primer pene candidato de nuestro estudio de efectos especiales, que está dirigido por un genio de los efectos como Robert Kurtzman, vimos que nos mandaba un pene gigante que… sorpresa, estaba erecto! Y pensé "esto es muy terrorífico y para nada divertido". Así que mandé que lo rehicieran de nuevo y les pedí que fuera un pene flácido y blando. Así que cuando entendieron lo que realmente buscaba el resultado fue perfecto.
Igual que ocurriera en el 2002 con Bubba Ho-Tep has logrado rodearte de un excelente grupo de actores. En esta ocasión has contado con un elenco de rostros conocidos como Paul Giamatti, Clancy Brown, Glynn Turman o Doug Jones, y los has combinado con unos casi debutantes Chase Williamson y Rob Mayes. Siendo realistas John Dies at the End es, como lo fue Bubba Ho-Tep, una película demasiado rara. ¿Cómo los convences para que se sumen a la aventura y, más importante, cómo logras que saquen lo mejor de ellos? Estoy francamente sorprendido, no tanto por los veteranos aunque me han encantado Brown y Turman, si no sobre todo por el joven Williamson.
Creo que lo mejor es comenzar con la historia de Bubba Ho-Tep que es tan ridícula como la película en si. Hay ciertos aspectos del guión que eran delicados e irremediablemente dramáticos, nunca traté que fueran tomados como exageradamente paródicos, y en consecuencia hay momentos en Bubba Ho-Tep que son francamente conmovedores. Bruce Campbell los comprendió tan pronto como leyó el guión pero Ozzy Davies, que estuvo magnífico en su papel, creo que no llegó a entender lo que estaba haciendo. Lo que yo si entendí sin embargo, y es difícil de decir porque hizo un trabajo muy profesional interpretando al personaje del presidente, es que gracias a que esta película funcionara en muchos de estos aspectos fue la verdadera razón de que Paul Giamatti acabará trabajando en John Dies at the End.
Resulta que hace 5 o 6 años recibí un email de Eli Roth que estaba trabajando en Europa del este en Hostel 2 donde me comentó que había ido a cenar con Paul Giamatti que también estaba por allí rodando otra película. Roth me contó que se pasaron toda la noche hablando de Bubba Ho-Tep y, algo que me sorprendió, es que me dijo que a Giamatti le encantaba. Por lo tanto, el éxito de Bubba Ho-Tep fue lo que me permitió fichar a Paul, y el contar con Paul fue lo que abrió las puertas a esta película. Paul para mi es el mejor actor vivo del planeta y creo que es un imán para otros profesionales que desean trabajar con él. A partir de aquí ha sido muy gratificante el haber podido contar con otros iconos del género que en mi opinión son… no hay palabras… como Clancy Brown o Doug Jones. Me he fijado que llevas a Doug Jones en tu tarjeta, es un actor con un magnífico talento.
Uno de los carteles de John Dies at the End
Te voy a hacer una confesión. Cuando oi hablar por primera vez de John Dies a the End lo primero que se me vino a la cabeza fue The Adventures of Buckaroo Banzai Across the 8th Dimension. ¿Has llegado a temer en algún momento que se pudiera identificar el proyecto con este film de culto de los 80? La realidad es que tiene ciertos puntos de paralelismo si bien son francamente diferentes.
Oh, ¿en serio? Interesante suposición, tienes razón que comparten similitudes. Creo que Buckaroo Banzai es un magnífico film en muchos aspectos, tiene mucho humor y buenas ideas, pero la verdad es que, de forma similar a varias de mis otras películas, cuando fue estrenada fue un fracaso para los productores y fue a posteriori, cuando fue reestrenada y se lanzó en DVD, que se tomó conciencia de todos sus aspectos positivos y de que era una buena película. Y si, la verdad es que tienen muchos aspectos en los que comparten las mismas ideas.
[Aquí Coscarelli se tomó una pausa y comentó que era la entrevista mejor preparada que había tenido. Básicamente porque debí ser el único que llevó todas las preguntas impresas en papel… una copia para mi y otra para el traductor]
Nuevamente has apostado fuertemente por trabajar con practical effects en lugar de sobrecargar el producto final con mucho efecto digital. El monstruo de carne, las babosas, las cucarachas, etc. ¿Te sientes más cómodo pudiendo ver lo que realmente imaginas? Y en el caso del monstruo de carne, ¿es descrito así en la novela o hiciste tu propia interpretación del mismo?
El monstruo de carne descrito y la gran mayoría de los diálogos que mantienen con él en el libro están en la película… me gusta ser respetuoso en ese aspecto.
Respecto a la pregunta de CGI vs. prostéticos, creo que ambos son trucos, y creo que hay ocasiones en que uno funciona y el otro funciona, y otras en las que obtienes el efecto contrario. Y a veces, los mejores momentos por lo general, encuentras que usas efectos prostéticos y puedes hacer algunas mejoras con CGI. No hay dudas que he visto muchas películas donde se ha invertido mucho en los efectos digitales y es difícil de apreciar el esfuerzo realizado sobre todo cuando todo desemboca en una gran criatura final. El CGI no siempre me convence.
También tengo que reconocer que creo que es necesario que los actores tengan algo sobre lo que apoyarse para sus interpretaciones. De hecho una de mis películas favoritas es Ed Wood, la gran obra de Tim Burton, y sobre todo esa secuencia donde Bela Lugosi, interpretado por Martin Landau, tiene que enfrentarse a ese pulpo de goma y, si bien al principio es ridículo, luego, conforme actúa, ves claramente como hace que la criatura parezca tener vida. Es una secuencia maravillosa que me gusta tomar como referencia y, de hecho, cuando rodaba Bubba Ho-Tep pensaba en ella cuando Ozzi Davies estaba tumbado en el césped luchando con esa momia de goma, y conforme pasaba el tiempo hacía que la momia pareciera real. Por lo tanto, es diferente para un actor trabajar con nada respecto a que un director tenga que ver a un actor trabajar con nada, y es muy difícil de valorar. En esta película tenemos muchos efectos visuales y fue un gran reto hacerlos parecer lo más realistas que pudimos con el presupuesto de que dispusimos. Creo que el mejor momento es cuando juntas ambos modelos y las debilidades que tienen se acaban evaporando.
[En este momento, habían pasado unos 17 minutos de charla, terminaba la entrevista pero Don, más que amable, pidió a la responsable de prensa del Festival de Sitges que pudiera completarla ya que le estaba pareciendo muy interesante]
En John Dies at the End aunas terror con comedia y hay que añadir una gran dosis de ciencia ficción. Estamos hablando de tres géneros muy diferentes, ¿qué camino sigues para distribuir todos estos conceptos en la narrativa del film? Además, en la novela la interpretación es más propiedad del lector, pero en la película tiene que ser el director el que nos ofrezca la mejor traslación posible.
Fusionamos todo con mucho cuidado y no exentos de dificultades. La verdad es que rodamos en diversas etapas y en la fase de montaje encontramos la forma de que todo encajara correctamente. Encuentro que combinar estos tres géneros ha sido una oportunidad de crear algo único y confieso que todo el mérito es para estos escritores con los que he trabajado, tanto Joe R. Lansdale de Bubba Ho-Tep como David Wong de John Dies at the End. Los dos han obtenido un gran éxito por arriesgarse a combinar tantos géneros y crear algo realmente único.
Respecto a la afirmación que comentas, es verdad. El reto para el director está en interpretar todos los conceptos y crear un algo único, muchas veces las cosas no encajan y está en manos del director lograr que todo se acomode y funcione.
John Dies at the End ha recibido grandes ovaciones y mejores críticas en festivales como Toronto, Philadelphia o Chicago. Tras todos estos reconocimientos supongo que te darás cuenta de que con este film has logrado prolongar nuevamente tu leyenda de director de culto. No sois muchos los directores veteranos que os mantenéis fieles a vuestras apuestas de juventud. ¿Cómo sienta esto tras 30 años de carrera?
[RISAS] Es verdad lo de seguir siendo fiel a mis propósitos. Te doy las gracias por estas palabras y reconozco que es muy bonito escucharlas.
Es muy difícil cuando trabajas en este mundo lograr que se aprecie todo lo que haces, más si tenemos en cuenta lo terrible que son factores como los plazos o el no poder trabajar en ciertos aspectos mejorables. De hecho, en los dos últimos pases de John Dies at the End que he visto tengo la sensación la gente está aceptando todos los riesgos que hemos tomado. Luego, conforme me hago más viejo trato de seguir siendo relevante y algo que me llamó mucho la atención del libro es que estaba escrito por un autor debutante, muy joven y que tenía algo muy diferente que decir y pensé "vaya, nunca escribiría una novela como esta pero si haría una película como esta", así que nuevamente fue una oportunidad de hacer algo un poco diferente.
La verdad, cuando voy al cine a ver películas suelo quedar muy agradecido cuando un director trata de hacer algo novedoso incluso si comete errores y no todo funciona a la perfección. Y creo que la gran mayoría de público piensa lo mismo, pero sin embargo muchos directores y compañías no se toman en serio a sus espectadores cuando estos están de sobra preparados para aceptar algo mucho más inteligente y único.
Una de las grandes elecciones de mi vida fue hacer Bubba Ho-Tep que es sobre gente mayor en un asilo, y pese a las recomendaciones de los productores de poner a gente joven en la historia, la que les dio dinero fue la que nunca pensaron que iban a ir a verla. Jóvenes con sus camisetas de Posesión Infernal o Phantasma… lo que demuestra que los espectadores son bastante más inteligentes que lo que los productores creen.
Última pregunta. Doug Jones. Creo que eres el primero, o uno de los primeros, que no saca jugo a su incomparable capacidad de simbiosis con cualquier monstruo que interpreta. ¿Cómo es dirigir a Jones más como actor que como "criatura"?
Tengo que decir que la primera vez que me encontré con Doug Jones conocí al hombre más simpático y maravilloso que te puedas imaginar. La verdad es que cuando empezamos a rodar no teníamos actor para el papel y fue un miembro del equipo de la película, que es una fanática del terror, la que me dijo "y qué te parecería Doug Jones para el papel" a lo que contesté que sería una idea fantástica. Así que cuando me encontré con él en persona para ofrecerle el trabajo fue una grata sorpresa descubrir a un hombre especial con un gran carisma y una grandísima capacidad como actor pero que, sin embargo, debido a sus cuerpo, su delgadez y sus manos, siempre es seleccionado para interpretar criaturas, cuando por otro lado es un fantástico actor. Además, es tan afable, siempre repartiendo abrazos, una bellísima persona que espero tengas la oportunidad de conocer algún día.
Y ya está, 25 minutos de entrevista para el recuerdo con Don Coscarelli.