Como hace mucho tiempo que no comento nada acerca de Herr Doctor Uwe Boll, y dado que no hay un conjunto de noticias lo suficientemente grande como para hacer un post completito, aprovecho el mal tiempo para dedicar un post al azote venido de Germania.
Hace una semana más o menos, el diario británico The Guardian dedicó un artículo a las desventuras del ya aclamado "peor director del cine moderno". Aunque en este reportaje afirman que la carrera del Uwe Boll es bastante lamentable, el director responde puntualizando que sus actuales fracasos comerciales no se deben a su mal hacer, si no a la campaña machacona de odio que se le profesa desde hace un par de años. Básicamente este personaje no tiene excusa alguna, su salto al género de la adaptación de juegos con House of the Dead (2003) y Alone in the Dark (2005) no dejan duda en lo tocante a que Boll es un auténtico desastre tras la cámara. El primer film no pasa de ser un chascarrillo de zombis bastante pobre y su segunda aportación al género roza lo absurdo sin contemplaciones, amén de estar regado con alguna de las peores interpretaciones de la historia, Tara Reid ha marcado época y Christian Slater da mucha pena.
Algo que sin embargo enorgullece a Boll es que no se corta un pelo a la hora de reconocer sus errores. No todo el mundo es capaz de ser multitarea en el mundillo del cine y, por lo tanto, actualmente está derivando muchos de sus anteriores cargos a otra gente. Pero, aunque intente lo imposible por solucionar todo, el mal ya está hecho y parece no tener solución. Bloodrayne (2005), su última película estrenada en USA, fue un fracaso incluso antes de darse a conocer… pese a su terrible fama por trabajos anteriores, juntó un reparto bastante potable y, personalmente, el resultado final no es del todo malo. Pero ya no hay solución, las críticas y las malas notas la machacaron antes de ser vista, porque… ¿qué se puede esperar de un tipo con semejante carrera? El film, sin embargo, ha mantenido su entereza gracias a la venta de DVD.
Actualmente Uwe Boll se encuentra en una situación peliaguda, o despega y demuestra que es algo más que un merluzo, o se pega el batacazo y desaparece del mundillo. Por ahora todo pinta mal y en su contra. Primero, sigue colgado con In the Name of the King: A Dungeon Siege Tale (2007), film con otro reparto bastante respetable que no encuentra distribución en ningún lado por la simple razón de que se espera algo similar a sus anteriores trabajos, y la guasa está en que ha costado la friolera de 60 millones de dólares! Segundo, su inminente y personal cutre film Seed (2007) no promete nada bueno, con leer la primera crítica que se ganó a pulso, ver el póster y los trailers aparecidos hace unos días, uno en JoBlo y el otro en Bloody Disgusting, os podéis hacer una idea… no dejéis de visitar la web oficial de la película, inclasificable y ¿con truco?. Tercero, actualmente tiene en post-producción Postal (2007), este trabajo está siendo vendido como un auténtico cambio en su estilo, un film descontrolado, gamberro y todo eso… a ver que sale, se le ven maneras y denota que está sacándole jugo a su situación actual, incluso su protagonista Zack Ward amenaza a Boll con partirle la cara en público como sea otro desastre. Cuarto, la psicotronía que aporta Bloodrayne II: Deliverance (2007) es apabullante, esta película está hecha con cuatro duros y lo demuestra con cada imagen que vemos, vampiros y muertos vivientes en el oeste luchando contra una nueva Rayne (Natassia Malthe). Quinto, dentro de poco se pondrá manos a la obra con una nueva adaptación de juego, la anunciada Far Cry (2008), y un film propio basado en la guerra del Vietnam titulado Tunnel Rats (2008), ambos serán rodados en Sudáfrica ya que no encuentra nada mejor. Lo dicho, todo pinta mal para Uwe Boll.
La foto que acompaña a este breve estudio es la pinta de maloso que se gasta Zack Ward en Bloodrayne II: Deliverance. Que conste que está ahí por una razón, las alucinantes declaraciones realizadas por el actor a la web SciFi Wire. Ward no se corta un pelo a la hora de opinar sobre la carrera del infame Uwe Boll. Primero indica que Bloodrayne es un truñazo del quince, un film penoso e inclasificable, con gente como Ben Kingsley arrastrándose mientras hace un trabajo deplorable, y unicamente justificado por ganar algo de dinero. Postal, sin embargo, la ve medianamente positiva. Con 20 millones de dólares de presupuesto espera que el montaje final sea lo que el cree que va a ser. Remata la jugada indicando que su participación en Bloodrayne II: Deliverance se debe a la necesidad de comer y llegar a fin de mes, esa y superar a nivel interpretativo al maestro Kingsley.
Termino el post haciendo notar que Bloodrayne se merece un poco de benevolencia, no se llevó ningún Razzie pese a estar nominado a 6 lustrosos premios, recordad que Alone in the Dark tuvo dos nominaciones el año pasado y tampoco mojó.