Dom 25 Mar 2007
El pasado viernes acudimos raudos y veloces para ver de primera mano, y con ánimo comiquero, como se las gastaron los espartanos en la famosa batalla de las Termópilas. La genial y entretenida obra gráfica de Frank Miller y Lynn Varley ha sido fabulosamente trasladada al cine por Zack Snyder, un director medio debutante con un corta carrera a sus espaldas, El amanecer de los muertos (2004) y tres videoclips le avalan, pero que, sin embargo, se está labrando un caché a base de buen y fiel hacer.
Ahora mismo, 300 (2007) puede considerarse, sin ningún lugar a dudas, como la mejor adaptación de una obra gráfica cómic al cine. Esta aseveración hay que tomarla principalmente desde un punto de vista de fidelidad de traslado, luego para gustos en cuanto a contenido, pues eso… colores. La obra gráfica de Miller y Varley ha sido plasmada en la gran pantalla dibujo a dibujo y frase a frase, puedes ponerte a leer el cómic en casa y revivir sin problemas la película realizada, es tal cual, una delicia. Si, hay que reconocer que se han tomado licencias típicas y necesarias de estos entornos, los productores deben pensarse que hacer una fotocopia en celuloide no es tan "correcto" como incluir algunos detalles mucho más fílmicos. Eso si, del metraje total poco más de 10 minutos son material nuevo y no conocido.
300 puede verse como el retorno a la época gloriosa del peplum de Maciste y Hércules. El tono que tiene con respecto a otras películas de género similar, como Gladiator (2000), le confiere el derecho a considerarse como el retorno a un tipo de films que ya estaban olvidados, básicamente ha ocurrido igual que el con el western hace ya unos cuantos años. Visualmente es tan innovadora como Sin City (2005), diferente en su concepción pero igualmente compleja. El uso del efecto digital en el 100% del metraje, no hay un escenario que no haya sido retocado, le da un tono casi artístico al resultado final. Las coreografías de los combates son perfectas, la combinación de cámara lenta con movimientos rápidos y precisos hacen que resulten llamativas. El film está regado por litros y litros de sangre de aspecto comiquero, me pareció genial el tratamiento digital de este elemento haciendo innovador su participación en el film… esas pausas son impactantes. Los efectos especiales de maquillaje también tiene mucho protagonismo… la élite del ejército persa, los inmortales monstruosos y su gigante, el verdugo de Jerjes, las pilas de muertos usados para ser muros, etc.
Luego a nivel interpretativo pues hay poco que contar. El principal requerimiento de la película es tener un cuerpo esculpido y ser capaz de moverse con cierto sentido blandiendo lanzas y espadas que perforan cuerpos como si fueran de mantequilla y cortan piernas y brazos como bisturís recién afilados. Las dotes de actor quedan un poco en segundo plano al ser el efecto y la espectacularidad lo realmente llamativo. De todas formas hay que reconocer que Gerard Butler está bien como Rey Leónidas, Rodrigo Santoro como Jerjes, Michael Fassbender como Estelios, etc.
Aunque personalmente no me ha gustado la historia paralela inventada para darle cierto protagonismo a Gorgo (Lena Headey), la mujer de Leónidas, no me creo lo que pasa y menos todavía en una mujer de Esparta, el principal punto flaco del film no es culpa de su realización… la culpa es del doblaje español, es básicamente lamentable. Jerjes tiene una voz que no vale ni para una película futurista de serie Z y con actores de tercera. Las voces de Dilios (David Wenham) el narrador, Leónidas y el resto de guerreros espartanos son prácticamente iguales. Hay momentos en los que algunas situaciones y frases generan duda con respecto a quien las dice, un resultado un poco muy triste. Habrá que esperar para poder ver el film en todo su esplendor. Me despido con una recomendación… si os molan los efectos digitales, los storyboards, el maquillaje de efectos especiales y el arte conceptual no dudéis en compraros el libro 300, el libro de la película editado por Norma… imprescindible por 20€!