Como todos los años hago un breve repaso a las películas vistas este año y planteo una selección que me gustaría recomendar como lo que creo que deberíais ver este año (o el que viene cuando se estrenen). Hay de todo como en botica, algunas os habrán gustado, otras seguramente no, otras seguramente ni las hayáis visto. Mi recomendación, echad un vistazo a todas aquellas que no hayáis podido disfrutar y, de las otras, obligado nuevo vistazo para disfrutar de parte del mejor cine de este 2017. Desde luego, y con esperanza, me gustaría conocer vuestras favoritas de este año para anotar esas que no he podido ver.
¿Algunas de las mejores de este 2017? No me cabe duda… ¿y a ti?
La Forma del Agua (The Shape of Water) de Guillermo del Toro. Una joya más del director mexicano más molón. Vista en Sitges 2017 sentado al lado del mismísimo maestro de ceremonias (el de atrás tapado por mi cabeza es William Friedkin y al lado su señora), se trata de una historia de amor verdadero cargada de sensibilidad y madurez, y que hace hincapié en muchas de las más sonadas represiones del pasado, el presente y seguramente el futuro. La discriminación por raza y sexo, las oportunidades perdidas y la esperanza. Todo adornado con el condimento que mejor maneja Del Toro, los mundos de fantasía. A la altura de sus mejores obras El laberinto del Fauno o El espinazo del diablo.
Baby Driver de Edgar Wright. Joya servida a 45 revoluciones por minuto. Puro frenesí a golpe de The Jon Spencer Blues Explosion o Martha & The Vandellas. Una delicia rodada por Wright y donde cada instante es encajado con maestría para hacer coincidir imagen y sonido. Cine de persecuciones que desprende aroma al mejor John Frankenheimer o Richard C. Sarafian. Una historia de amor, una historia de error, una historia loca con un Ansel Elgort que lo da todo y que planta cara sin miramientos a iconos ahora caídos como Kevin Spacey, y presentes primeras figuras como Jamie Foxx o Jon Hamm. Para ver una y otra vez indagando cómo se logra plasmar lo que Wright plasma.
Déjame salir (Get Out) de Jordan Pelee. Una de las extrañas curiosidades de este año la dirigida por el cómico Pelee y que sin embargo, terror, nos dejó por momentos a todos con el culo pegado a la butaca y la mirada fija… sí, igual que el sufrido Daniel Kaluuya. Una película de horror racial / comedia macabra, plagada de elementos propios del género como los mad doctors o los grupos cultistas. Lanzada curiosamente en un momento de mediático rebrote supremacista en EEUU, Pelee ofrece una mirada ácida dentro del género del terror de bajo presupuesto a ese problema adornándolo a la Don Siegel con un fondo con aroma a La invasión de los ladrones de cuerpos (Invasion of the Body Snatchers).
Múltiple (Split) de M. Night Shyamalan. Otro paso más dentro de la deslumbrante carrera de este director cuando hablamos de los género que con maestría domina. Un nuevo viaje a la Philadelphia de David Dunn y Elijah Price o a la del fantasma de El sexto sentido (The Sixth Sense), un fantástico ejemplo de multiverso y un fabuloso golpe sobre la mesa para dejarnos locos con el ya mítico final de la película. De regalo 24 personajes irrepetibles encarnados por el cambiante James McAvoy y la notable réplica de la creciente Anya Taylor-Johnson. Misterio, incredulidad, terror en el fondo. El mejor Shyamlan y puerta abierta a Mr. Glass (2018).
Brawl on Cell Block 99 de S. Craig Zahler. Del director de la caníbal Bone Tomahawk llega el periplo por el cine carcelario del impensable Vince Vaughn, mostrenco de casi dos metros que se mete de lleno en la piel de Bradley Thomas… el hombre de titanio, el Riki-Ho de los EEUU, un destructor de vidas con nudillos ensangrentados. En Brawl on Cell Block 99 pasamos del clásico drama carcelario al que se ve sentenciado un delincuente de armas tomar a una creciente y descontrolada espiral de violencia que, por absurda, resulta cómica. Obligada.
Dunkerque (Dunkirk) de Christopher Nolan. El cine del director británico no puede faltar en la lista de mejores de cada año y si falta… error. Lo nuevo de Nolan es una joya, narrada nuevamente con el apoyo de la impresionante música de Hans Zimmer, y como era de esperar diferente a todo lo que hasta ahora habíamos visto. Nolan demuestra de nuevo que es único y aborda Dunkerque apoyándose en una inimaginable forma de narrar un hecho bélico de la Segunda Guerra Mundial. Carrera contra el tiempo con secuencias fabulosas y un montaje de los que te dejan el culo torcido. ¿Obra maestra? Si no lo es se le acerca.
Thelma de Joachim Trier. Desde Sitges 2017 llegó un terror diferente, un terror basado en el conocimiento personal de la protagonista. Historia del primer año de universidad de una joven, de sus flirteos con el alcohol, del descubrimiento de su sexualidad pero al tiempo paranoico viaje por una mente diferente, una capaz de hacer realidad sus más oscuros deseos. Ajena al terror de criatura, estridencia musical y susto impactante, se agradece este tipo de películas que exploran un miedo diferente al que estamos habituados a ver en sala comercial. Complemento ideal junto a Raw y Goodnight Mommy para una sesión de miedo en vena.
Wind River de Taylor Sheridan. Digamos que "debut" tras las cámaras del genial guionista de Sicario o Comanchería (Hell or High Water). Thriller policíaco protagonizado por Jeremy Renner y Elizabeth Olsen, historia de investigación de un asesinato en esa América de las nevadas praderas de Wisconsin y las reservas indias. Western moderno, sello de su autor, a bajo ritmo pero tan bien narrado, tan bien presentado en formato cine que bien podría pasar por un clásico de esos que en su día realizaron grandes como John Ford. De las que deben verse.
Logan de James Mangold. La redención final de Lobezno y merecida despedida del universo mutante de Hugh Jackman. Al fin una visión cruda y violenta de lo que realmente puede ser Logan en pantalla grande. Ocaso de un personaje que se le asumía indestructible desde el año 2000 y que de todo se curaba, esta vez los buenos tiempos han pasado y la decadencia toma la delantera en esta emotiva historia. Muchos llevábamos reclamando este tipo de enfoque desde hace años y al fin el salto al R, gracias al éxito de Deadpool, nos ha traído a un Logan desbocado con cabezas cercenadas, miembros amputados o primeros planos de las garras del personaje atravesando torsos o rostros. Salvaje.
Wonder Woman de Patty Jenkins. Seguramente la mejor película de DC Extended Universe hasta la fecha. Entrada por la puerta grande de esa Mujer Maravilla encarnada por la no menos maravillosa Gal Gadot. Film presentación de alto nivel para una heroína total y vía de escape para un estudio que con Liga de la Justicia (Justice League) no ha visto cubierto con grandeza su periplo comiquero en este 2017 que ahora termina. Narración clásica de nacimiento de nuestra heroína, su idílico periplo hacia la madurez y la posterior y definitiva pérdida de la inocencia. Perfecta ejecución de principio a fin y junto con Logan nuevo ejemplo de que el género puede ofrecer mucho tras más de tres lustros sobreexplotado.
Pero en este 2017 que ahora termina han habido otras buenas propuestas que merecen ser recordadas como A Prayer Before Dawn de Jean-Stéphane Sauvaire, Alien: Covenant de Ridley Scott (que nadie se me enfade), It de Andy Muschietti, Blade Runner 2049 de Denis Villeneuve (que tampoco se me enfade nadie), La La Land de Damien Chazelle, Vida (Life) de Daniel Espinosa, John Wick: pacto de sangre (John Wick: Chapter 2) de Chad Stahelski, Colossal de Nacho Vigalondo, madre! (mother!) de Darren Aronofsky…